Redacción / Quintana Roo Ahora
La fotografía habla antes que cualquier discurso. En una sola postal —Mara Lezama, Renán Sánchez, Heyden Cebada completando el triángulo del poder local; desde el Senado, Laura Itzel Castillo; desde Quintana Roo, Anahí González; alrededor, las 11 presidencias municipales en pleno, legisladores federales (menos Marybel Villegas) y la plana mayor de Morena con Johana Acosta y Jorge Sanén incluidos— el sistema político envió un mensaje sin palabras: el senador Eugenio Segura no rindió un informe, fue arropado por la estructura entera de la 4T en Quintana Roo.
En política, los respaldos escenificados no son decorado: son brújula. No se convoca a toda la nomenklatura por cortesía, se convoca para decir “aquí hay proyecto”, “aquí hay línea” o “aquí no se actúa en solitario”. Que un primer informe reúna al Ejecutivo, al Legislativo, al Judicial, a la Federación vía Senado y a los 11 municipios en bloque no es un acto administrativo; es una coreografía cuidadosamente montada para ser leída.
El gran ausente —o mejor dicho, la gran ausencia— fue Marybel Villegas, cuyo vacío en la foto pesa más que la presencia del resto. En política, faltar también es un mensaje. En los pasillos se habla de distancias, de fracturas y de ciclos que no se cierran. Pero lo que sí quedó claro es que el resto decidió no enviar mensajes ambiguos: el cierre de filas tiene nombre propio.
A partir de esa imagen, usted puede elegir la lectura que prefiera:
—¿Arranque de un plan sucesorio adelantado?
—¿Blindaje político en tiempos de fisuras internas?
—¿Mensaje de disciplina al resto de la militancia?
—¿O simple liturgia del poder para que nadie se confunda de quién está adentro y quién está afuera?
La interpretación final se la dejo a usted —pero recuerde: en política, las fotos no documentan el pasado; prefiguran el futuro.
