octubre 2, 2025

Redacción / Quintana Roo Ahora

Cancún, Q. Roo.– Lo que debería ser un solemne informe de labores podría terminar convertido en un auténtico juicio público. El diputado local y actual secretario general del sindicato de taxistas de Cancún, Rubén Carrillo Buenfil, se prepara para rendir cuentas, pero no precisamente con aplausos, sino con un coro de abucheos.

En redes sociales ya circula un llamado a la comunidad taxista para asistir a su informe únicamente con la misión de reclamarle sus “mentiras y engaños” y recordarle, a todo pulmón, que su liderazgo huele más a traición que a representación. Los inconformes lo señalan sin rodeos como “Judas” y “rata de alcantarilla”, términos nada diplomáticos que evidencian el cariño que se ha ganado entre sus agremiados.

La convocatoria deja claro que la mayoría del gremio no olvida ni perdona lo que consideran una traición a los intereses de los trabajadores del volante. Y aunque Carrillo Buenfil presuma su curul en el Congreso, los números no lo favorecen: apenas logró mil votos en su distrito, cifra que ahora es utilizada por sus críticos para subrayar que su legitimidad es tan reducida como su lista de simpatizantes.

Así, entre acusaciones de falsedad y promesas incumplidas, el informe del diputado amenaza con convertirse en un acto de catarsis colectiva donde, más que escuchar estadísticas, la base taxista aprovechará para cantarle sus verdades. Porque si algo parece claro es que, lejos de ser un líder querido, Carrillo Buenfil se ha ganado la reputación de ser el traicionero más recordado en la historia reciente del sindicato.

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