Redacción / Quintanba Roo Ahora
El Vaticano.- El Papa León XIV lanzó este martes un llamado directo a gobiernos de regiones marcadas por conflictos armados y tensiones sociales para que elijan “el camino de la pacificación”, en un mensaje pronunciado al finalizar la misa celebrada en el Beirut Waterfront, en el Líbano. Su exhortación, una de las más contundentes de su pontificado en materia de paz, estuvo dirigida particularmente a Oriente Medio y Guinea-Bisáu, aunque también incluyó un gesto solidario hacia las víctimas del reciente incendio en Hong Kong.
El Pontífice viajó a Líbano en el marco de su primer viaje apostólico del Año Jubilar, en el que se definió como “peregrino de esperanza” en una región históricamente golpeada por la violencia y la inestabilidad. Ante unas 150 mil personas, León XIV pidió a los fieles mirar hacia el futuro con valentía. “Contemplémoslo con esperanza y coraje, invitando a todos a recorrer el camino de la convivencia, la fraternidad y la paz”, afirmó durante su mensaje en inglés.
El Papa insistió en la necesidad de abandonar la lógica de la venganza y las respuestas violentas para avanzar hacia la reconciliación. “La vía de la hostilidad mutua y de la destrucción en el horror de la guerra ha ido demasiado lejos. Necesitamos cambiar de camino, necesitamos educar el corazón para la paz”, subrayó, llamando a superar divisiones políticas, sociales y religiosas que perpetúan los conflictos en la región.
Además de reiterar su oración por Oriente Medio, León XIV pidió una solución pacífica a las disputas políticas en Guinea-Bisáu y expresó su cercanía con las familias afectadas por el incendio en Hong Kong. Su mensaje reforzó la importancia de la cooperación internacional. “Pido a la comunidad global que no se escatimen esfuerzos para promover procesos de diálogo y reconciliación. Pongámonos todos al servicio de la vida y del bien común”, dijo.
En su intervención, el Papa también dirigió palabras de ánimo a los cristianos del Levante, a quienes reconoció como “ciudadanos de estas tierras por derecho propio”, animándolos a mantenerse firmes pese a las adversidades. Concluyó su llamado con un gesto de protección espiritual: “Que la Bienaventurada Virgen María, Nuestra Señora de Harissa, los acompañe siempre”.
El viaje del Papa León XIV ha sido interpretado como un gesto fuerte de presencia y acompañamiento en un momento en que el Líbano atraviesa una de las crisis más profundas de su historia reciente, mientras la región mira con incertidumbre los caminos hacia la paz y la convivencia.
