Redacción / Quintana Roo Ahora
Felipe Carrillo Puerto, QR.— Las inundaciones en la comunidad de Santa María Poniente continúan generando preocupación entre autoridades y habitantes, luego de que un nuevo análisis técnico actualizara la información disponible y confirmara que los efectos de las lluvias extremas son más severos de lo que se había estimado.
De acuerdo con la evaluación, durante eventos meteorológicos intensos el nivel del agua puede alcanzar hasta 1.68 metros, afectando principalmente al menos diez zonas críticas, donde las acumulaciones suelen variar entre 20 centímetros y un metro. Estas áreas comprenden viviendas, templos, escuelas y parcelas agrícolas que cada año sufren daños considerables.
El diagnóstico incorpora ejercicios de cartografía elaborados junto con los propios pobladores, quienes señalaron los puntos donde históricamente se han concentrado las mayores afectaciones. Según estos registros, el agua tarda entre tres y siete días en retirarse tras cada episodio, dependiendo de la intensidad de la lluvia, las características del terreno y la baja capacidad de absorción del suelo.
Entre 2002 y 2020 se documentaron 34 inundaciones significativas, varias de ellas causadas por precipitaciones superiores a 60 milímetros en pocas horas y, en otros casos, por tormentas con más de 250 milímetros en un solo día.
El estudio advierte que al menos 34 viviendas están expuestas de manera recurrente, mientras que 15 de ellas se ubican en zonas catalogadas como de riesgo extremo, donde el nivel del agua suele acercarse al metro de altura, ocasionando daños estructurales, pérdida de pertenencias, muerte de animales y desalojos temporales.
Los centros educativos también enfrentan afectaciones: en temporadas de lluvia, las anegaciones superan los 50 centímetros, lo que provoca una disminución de hasta 40% en la asistencia escolar.
Entre las acciones inmediatas que recomienda el análisis se encuentran la reubicación de viviendas, la nivelación de calles con criterios técnicos, la restauración de zonas naturales de absorción, la instalación de sistemas de captación e infiltración pluvial, así como la creación de mecanismos comunitarios de respuesta y un sistema local de monitoreo que permita emitir alertas tempranas.
Los habitantes destacan que los episodios más destructivos suelen registrarse durante lluvias súbitas que saturan el terreno en cuestión de horas, desencadenando inundaciones que rebasan la capacidad de reacción de la comunidad.
El informe concluye que Santa María Poniente requiere una intervención integral y sostenida para evitar que los daños continúen repitiéndose año tras año, especialmente ante el incremento de fenómenos climáticos extremos en la región.

