Redacción / Quintana Roo Ahora
Ciudad de México.— La Fiscalía General de la República (FGR) detuvo este lunes al exgobernador de Chihuahua César Duarte Jáquez, del PRI, por el presunto delito de lavado de dinero, confirmaron fuentes del Gobierno federal. La aprehensión ocurrió en la ciudad de Chihuahua, donde el exmandatario permanecía en libertad condicional a pesar de enfrentar diversas acusaciones por corrupción en el fuero estatal.
Duarte, quien gobernó Chihuahua entre 2010 y 2016, será trasladado al penal de máxima seguridad del Altiplano, en el Estado de México, donde se recluyen figuras de alto perfil criminal. La detención representa el movimiento más contundente de la Fiscalía en el inicio de la gestión de Ernestina Godoy, quien recientemente asumió el cargo tras la salida de Alejandro Gertz Manero.
Un caso marcado por años de señalamientos
La captura federal no fue improvisada. Según fuentes consultadas, la operación fue el resultado de meses de trabajo y negociaciones binacionales. Duarte fue extraditado a México en 2022 desde Estados Unidos, a solicitud del Gobierno de Chihuahua, que lo acusaba de desvío de recursos y asociación delictuosa. Las investigaciones realizadas durante el gobierno de Javier Corral documentaron un quebranto estimado en 6.000 millones de pesos, de los cuales una parte habría sido desviada para beneficio personal del exgobernador, incluyendo la adquisición de propiedades en México y Estados Unidos.
Sin embargo, su llegada a Chihuahua marcó un giro inesperado. La administración estatal encabezada por María Eugenia Campos, del PAN, otorgó facilidades legales que permitieron a Duarte enfrentar sus procesos en libertad. En ese periodo, el priista fue visto públicamente en restaurantes y bares, lo que generó críticas y acusaciones de impunidad desde el Gobierno federal, primero con Andrés Manuel López Obrador y después con Claudia Sheinbaum.
Estados Unidos dio luz verde a la acusación federal
El nuevo proceso contra Duarte requirió un paso clave: que Estados Unidos autorizara el uso de la extradición para imputarle delitos en el fuero federal, particularmente por lavado de dinero. Las gestiones comenzaron hace más de un año y medio y culminaron la semana pasada, coincidiendo con la toma de posesión de Ernestina Godoy como fiscal general. Con el aval estadounidense, un juez federal concedió la orden de aprehensión que este lunes ejecutó la FGR.
La detención de Duarte se perfila como el primer golpe relevante de la Fiscalía bajo el liderazgo de Godoy y reabre un caso emblemático en materia de corrupción política, cuya resolución será observada de cerca por el país y por la opinión pública internacional.
