Turistas disfrutan de la playa en Cancún (México). EFE/Alonso Cupul/Archivo
Redacción / Quintana Roo Ahora
Cancún.— En un año que parecía prometer recuperación, el Aeropuerto Internacional de Cancún (AIC) cerrará 2025 con números que confirman una tendencia a la baja: entre enero y noviembre la terminal movilizó 26.6 millones de pasajeros, un millón menos que en el mismo periodo de 2024. Con estas cifras, el objetivo de volver a los 30 millones —alcanzados al cierre del año pasado— luce ya inalcanzable, marcando así el segundo año consecutivo sin crecimiento desde el récord histórico de 32.2 millones registrado en 2023.
El retroceso tiene un rostro claro: el del viajero internacional. De acuerdo con los reportes de Aeropuertos del Sureste (Asur), Cancún dejó de recibir cerca de 700 mil visitantes extranjeros, equivalente a una caída del 3.8% anual. Esta disminución se siente con fuerza en las principales rutas desde Estados Unidos y Centroamérica, donde seis conexiones registraron descensos entre enero y octubre.
La ruta Cancún–Chicago encabeza las pérdidas con un desplome del 15%, seguida de Cancún–Panamá (-6.7%) y Cancún–Dallas (-4.8%). Sin embargo, no todo es retroceso: dos rutas canadienses han sorprendido al convertirse en auténticos salvavidas para el tráfico internacional del Caribe mexicano. Cancún–Toronto creció 25%, movilizando casi un millón de pasajeros en diez meses, mientras que Cancún–Montreal repuntó 33.9%, con más de medio millón de viajeros transportados.
En el mercado doméstico, el comportamiento también ha sido desfavorable. El aeropuerto reportó 9 millones de pasajeros nacionales entre enero y noviembre, frente a los 9.3 millones del mismo periodo de 2024, lo que significa 362 mil usuarios menos.
La caída se replica en Cozumel. La terminal operada igualmente por Asur reportó 586,460 pasajeros, de los cuales 344,419 fueron internacionales. La cifra global representa un descenso del 9.7% respecto al año anterior, sumando presión al desempeño aeroportuario de la región.
Aunque el Caribe mexicano sigue siendo uno de los destinos más competitivos del continente, los datos revelan un año complejo en el que las fluctuaciones del mercado internacional, la competencia de otros destinos y la cautela del turismo global han dejado una huella visible en sus principales puertas de entrada.
