septiembre 28, 2025

Las redes sociales, plataformas que deberían conectar a personas y facilitar la comunicación, están siendo utilizadas para fines mucho más oscuros. La creciente preocupación en torno al grooming y al sexting revela cómo los perfiles falsos en Facebook, Instagram, TikTok y X (antes Twitter) se han convertido en herramientas para presuntos pederastas que buscan ganarse la confianza de menores y adolescentes para solicitarles imágenes sexuales.

Estos delincuentes, hábilmente camuflados bajo identidades falsas, crean perfiles falsos que imitan a mujeres u hombres para captar la atención de sus víctimas. A través de conversaciones engañosas y el envío de fotos atractivas —a menudo tomadas de internet o redes sociales—, los agresores buscan establecer una relación de confianza con los menores. Una vez logrado este objetivo, proceden a solicitarles fotografías en ropa interior, desnudos o realizando posiciones sexuales. Este material es luego clasificado y comercializado en plataformas de internet o redes sociales, generando un mercado oscuro y repugnante.

La Policía Cibernética de la Secretaría de Seguridad Ciudadana se encuentra en una batalla constante para contrarrestar estos delitos. Los operativos recientes han permitido descubrir y desmantelar redes dedicadas a la pornografía infantil. El 27 de junio de este año, por ejemplo, se realizó una redada en la supermanzana 251, fraccionamiento Paseos del Mar, donde se detuvo a dos sujetos y se rescataron cuatro menores. De manera similar, el 31 de mayo, en la supermanzana 60, se descubrió a Carlos Francisco “N”, quien mantenía a una niña y un niño en cautiverio, y quien ya está vinculado a proceso por posesión de material pornográfico infantil.

La lucha contra estos delitos se extiende al grooming, que involucra el uso de internet para hacerse pasar por menores y obtener imágenes sexuales, y al sexting, que se refiere al envío de contenido sexual explícito entre jóvenes. Ambos fenómenos presentan riesgos graves: el grooming se basa en la manipulación y el chantaje, mientras que el sexting puede involucrar delitos penales si el contenido llega a manos inapropiadas.

Es crucial que los padres, educadores y la comunidad en general se mantengan alerta y bien informados sobre estos peligros. La Policía Cibernética continúa trabajando en la vigilancia de perfiles sospechosos y el análisis de cuentas para proteger a nuestros menores de estos crímenes cada vez más frecuentes en el entorno digital. Aunque por razones de seguridad los perfiles en investigación no son revelados, la labor incansable de las autoridades sigue siendo fundamental para combatir esta amenaza creciente en las redes sociales.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *