septiembre 28, 2025

Redacción / Quintana Roo Ahora

Cancún.- A veces uno confía, y esa confianza se convierte en una lección costosa. Esto le sucedió a un ciudadano de Cancún, quien denunció haber sido víctima de un fraude por parte de un tal Eduardo N, un supuesto técnico que le cobró $2,000 para reparar el aire acondicionado de su automóvil. El problema: el trabajo nunca se hizo, pero el dinero desapareció como por arte de magia.

La historia comienza el 24 de agosto, cuando Eduardo N acudió a la casa de los padres del afectado, diagnosticó el problema y prometió que la reparación estaría lista en cuestión de días. Sin embargo, lo que siguió fueron excusas interminables, plazos extendidos y cero resultados. Todo esto después de que el contacto se hizo, como suele pasar hoy en día, a través de un grupo de la SM 48.

El afectado, quien ya ha interpuesto una denuncia formal, sigue esperando que el «técnico fantasma» cumpla o devuelva el dinero. Pero como en tantos otros casos de este tipo, la incertidumbre y la frustración parecen ser las únicas respuestas. ¿Cuántos más seguirán cayendo en estas trampas disfrazadas de servicio profesional?

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