octubre 30, 2025

Redacción / Quintana Roo Ahora

CANCÚN.- La demanda por servicios de comida a domicilio a través de aplicaciones móviles ha crecido notablemente en Quintana Roo. Sin embargo, lo que parece una tendencia de consumo acelerado esconde una realidad compleja: el consumo individual y los gastos en experiencias de ocio han disminuido, reflejando la carga que representa la inflación en los bolsillos de los cancunenses.

La firma NielsenIQ (NIQ) analizó el mercado en Cancún, y si bien detectó un crecimiento del 27% en el uso de estas aplicaciones durante los últimos dos años, las cifras también revelan que el gasto de cada usuario ha caído. Para muchos, lo que antes significaba una conveniencia, hoy se ha convertido en un lujo. El 37% de los usuarios cancunenses ha recortado significativamente su presupuesto en estas apps: de gastar en promedio mil 700 pesos a la semana, han pasado a destinar menos de mil pesos.

Este ajuste en los hábitos de consumo responde al impacto de la inflación, que sigue apretando el bolsillo. Según datos de NIQ, los usuarios perciben que este tipo de servicios llegan a absorber hasta el 40% de su salario, un costo que muchos no pueden sostener en el tiempo. La estrategia ha cambiado: las compras en supermercados han retomado protagonismo, pues son vistas como una opción más accesible que el mercado local y una forma de controlar el gasto en el hogar.

Esta contracción también la percibe el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), que en su Índice de Confianza del Consumidor muestra una clara tendencia a restringir los gastos considerados “de lujo”. Y es que no solo el gasto en las apps de comida está en recorte: el 38% de los ciudadanos planea limitar su consumo de bebidas alcohólicas y botanas, mientras que también se reducen las salidas a restaurantes, cines, parques y conciertos.

Pero no todo es pesimismo. Los consumidores en Cancún y Quintana Roo expresan que su decisión de reducir estos gastos es temporal. Muchos tienen la esperanza de que, con una recuperación económica, podrán volver a disfrutar de estas actividades en el futuro próximo. Y, mientras tanto, no cierran las puertas al uso de apps de comida. Al contrario, la expectativa de que más negocios se sumen a estas plataformas crece, pues representan una solución práctica en tiempo y ahorro de transporte, algo particularmente valioso en una ciudad con distancias tan amplias y opciones de movilidad limitadas.

Así, entre el auge de la tecnología y los límites que impone la economía, los hábitos de consumo en Quintana Roo se transforman, reflejando la resiliencia de una comunidad que encuentra alternativas para enfrentar la inflación sin perder la mirada en un futuro más estable.

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