octubre 6, 2025

#PasoEnFalso

En un grito unificado de rechazo, hasta el momento catorce instituciones, entre civiles y empresariales, han alzado la voz en contra de la posible elección de Judith Rodríguez Villanueva como la próxima ombudsman de Quintana Roo. Las acusaciones que rodean a la exdiputada por el Partido Verde, relacionada con varios hechos de corrupción, plantean serias dudas sobre su idoneidad para ocupar un cargo que se supone debe proteger los derechos humanos de los ciudadanos.

Rodríguez Villanueva, quien ostentó el cargo de presidenta de la Comisión de Derechos Humanos de la XVI Legislatura, ha sido señalada por su papel en la emisión de recomendaciones a favor de las víctimas del 9N. Sin embargo, estas recomendaciones no cumplieron con los derechos de las víctimas, pues el movimiento 9N continúa luchando por justicia y reparación.

Pero su historial no termina ahí, durante su participación en la XIV Legislatura, Rodríguez Villanueva votó a favor del famoso «paquete de impunidad» impulsado por el exgobernador Roberto Borge, un paquete que socavó la confianza de la ciudadanía en el sistema de justicia y permitió la impunidad a gran escala.

Uno de los episodios más cuestionables en la carrera política de Rodríguez Villanueva involucra la designación de funcionarios por períodos transexenales. Este acto antidemocrático no solo atentó contra los principios básicos de la alternancia política, sino que también abrió la puerta a la concentración de poder en manos de unos pocos, socavando la integridad del sistema en favor, en su momento, de Roberto Borge.

Pero la relación de Rodríguez Villanueva con Roberto Borge va más allá de simples votos en el Congreso. En un giro digno de una novela de intriga política, se descubrió que Borge armó la elección por un periodo de siete años de tres magistrados del nuevo Tribunal Administrativo, un organismo que tendría un papel crucial en la resolución de controversias en las que estuvieran involucrados servidores públicos. Uno de los beneficiados por esta maquinación fue César Cervera Paniagua, en ese entonces esposo de la diputada Judith Rodríguez Villanueva.

El vínculo entre Rodríguez Villanueva y Cervera Paniagua no se detiene ahí. El ex titular de la notaría pública 44, César Cervera Paniagua, fue también uno de los propuestos ante el Congreso del Estado para presidir la Comisión de los Derechos Humanos de Quintana Roo (CDHEQROO). Se sospecha que esta notaría fue un regalo de Roberto Borge a Rodríguez Villanueva, lo que plantea interrogantes sobre posibles favores políticos y conexiones ocultas.

En medio de estas acusaciones y señalamientos, la candidatura de Judith Rodríguez Villanueva como ombudsman de Quintana Roo se torna cada vez más polémica. ¿Puede una figura con un pasado tan oscuro en la política estatal ser realmente la defensora de los derechos humanos que la sociedad necesita? Las catorce instituciones que se oponen a su elección parecen estar enviando un claro mensaje: la integridad y la transparencia son esenciales en una posición tan crucial como la de ombudsman, y el historial de Rodríguez Villanueva plantea serias dudas sobre su capacidad para cumplir con esta exigencia fundamental.

Quintana Roo merece un ombudsman que sea un verdadero defensor de los derechos humanos, alguien comprometido con la justicia y la rendición de cuentas, y no una figura cuestionable que arrastra un pasado manchado por la corrupción. La elección que se avecina será una prueba de fuego para la democracia en Quintana Roo, y los ciudadanos estarán observando de cerca para asegurarse de que prevalezca la honestidad y la responsabilidad en la toma de decisiones políticas y no se dé un #PasoEnFalso.

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