septiembre 29, 2025

Redacción / Quintana Roo Ahora

Estados Unidos.- Kaylee Muthart, originaria de Anderson, Carolina del Sur, vivió un impactante episodio que cambió su vida para siempre. En 2018, durante una severa alucinación causada por el consumo de metanfetaminas, Kaylee se arrancó los ojos con sus propias manos, convencida de que estaba realizando un sacrificio para «salvar al mundo».

Kaylee, quien fue una estudiante ejemplar y miembro de la Sociedad Nacional de Honor, comenzó a experimentar con drogas tras abandonar la escuela secundaria a los 17 años. El 6 de febrero de 2018, pocos días antes de ingresar a rehabilitación, consumió una dosis elevada de metanfetaminas, lo que la llevó a un estado extremo de psicosis.

En su delirio, se dirigió a una iglesia cercana, donde cometió el acto de autolesión. “Pensé que todo terminaría abruptamente y que todos morirían si no me arrancaba los ojos inmediatamente”, relató. A pesar de la ayuda de testigos y su traslado inmediato al hospital, el daño fue irreversible.

Kaylee describió el momento con detalle: “Metí el pulgar, el índice y el dedo medio en cada ojo. Agarré cada globo ocular, lo retorcí y tiré hasta que salieron de la órbita. Fue lo más difícil que he tenido que hacer en mi vida”.

Actualmente, Kaylee ha encontrado un propósito en su experiencia: compartir su historia para concienciar sobre los efectos devastadores del consumo de drogas.

El peligro de la metanfetamina

La metanfetamina es una droga altamente adictiva con consecuencias graves para la salud mental y física. Sus efectos alucinógenos, como los que experimentó Kaylee, son resultado de alteraciones químicas en el cerebro que pueden generar paranoia extrema, psicosis, ansiedad y pensamientos delirantes.

El daño causado por el consumo prolongado puede ser irreversible, afectando hasta un 50% de las células productoras de dopamina en el cerebro. Además, los riesgos incluyen sobredosis, fallos multiorgánicos y deterioro cognitivo severo.

Este caso subraya la importancia de buscar ayuda profesional para enfrentar la adicción. Organizaciones como el Instituto Nacional sobre el Abuso de Drogas ofrecen recursos y tratamientos para quienes luchan contra esta enfermedad.

Kaylee Muthart es un ejemplo de resiliencia y un recordatorio del devastador impacto de las drogas en la vida de las personas y sus familias.

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