Redacción / Quintana Roo Ahora
PLAYA DEL CARMEN.- Desde el interior de la cárcel de Playa del Carmen, el exdiputado Emiliano Ramos rompió el silencio y dejó claro que no negociará su libertad. En un video divulgado tras la negativa de un juez de control para cambiar la medida cautelar que lo mantiene en prisión preventiva, Ramos denunció ser víctima de un sistema de justicia selectivo que busca presionarlo para renunciar a la custodia de sus hijas y a su patrimonio.
“Para cualquier ciudadano común, cambiar una medida cautelar sería un trámite relativamente sencillo; para mí, se ha convertido en un calvario”, sentenció Ramos, señalando la actitud intimidante del juez Soria Miguel hacia su equipo defensor y la negativa sistemática para presentar pruebas clave.
En su mensaje, Ramos enfatizó que esta lucha trasciende lo personal: “El mejor regalo que puedo darles a mis hijas esta Navidad es el ejemplo de que los principios no se negocian, los derechos no se claudican y la justicia tiene que reivindicarse siempre”.
Acusaciones de tortura y abuso de poder
El exdiputado fue más allá, denunciando graves irregularidades en su caso. Mencionó a Cairna Yanelli, quien, según Ramos, fue torturada, violada y obligada a incriminarlo en delitos electorales. También denunció que su denunciante cuenta con respaldo de figuras públicas y políticas, colocando a su defensa en evidente desventaja.
“No tengo cargo público, no presido comisiones de justicia ni comparto tribunas con figuras federales. Mi única lucha es demostrar mi inocencia y recuperar el derecho a estar presente en la vida de mis hijas”, afirmó, al tiempo que cuestionó: “¿Con quién están mis hijas mientras su progenitora pasa la semana en Chetumal? ¿Quién las educa, quién las cría?”.
El trasfondo familiar y la presión judicial
Ramos señaló que las acusaciones en su contra no solo buscan desacreditarlo, sino también obligarlo a firmar un convenio de custodia que considera injusto. “Pretenden que renuncie a mis hijas, a mi patrimonio, y acepte ser un violentador a cambio de mi libertad. No lo voy a hacer”, declaró con firmeza.
Hizo un llamado directo al presidente del Tribunal Superior de Justicia, Heyden Cebada, y al fiscal del estado para avanzar con las apelaciones y denuncias que involucran no solo a su caso, sino también a familiares como su madre, Blanca Ignacia Hernández Venegas, y Daysi Taboada, madre de una de sus hijas.
Un sistema judicial en el ojo del huracán
La denuncia de Ramos pone nuevamente bajo escrutinio al sistema judicial de Quintana Roo, al que califica de selectivo y parcial. “Estamos siendo tratados como delincuentes por un poder de jueces sin control”, expresó, asegurando que continuará su lucha tanto en tribunales como en la opinión pública.
El caso de Emiliano Ramos no solo refleja una batalla legal, sino también un cuestionamiento profundo al funcionamiento de la justicia en México. Su declaración final resume su postura: “Voy a seguir luchando por mis hijas y por la justicia, porque los principios no se negocian”.
