septiembre 29, 2025

Redacción / Quintana Roo Ahora

Quintana Roo.- Un total de 200 alumnos de la Universidad del Bienestar “Benito Juárez”, con sede en Tihosuco, Quintana Roo, se encuentran sin poder iniciar el semestre debido al cierre del plantel. Las autoridades educativas argumentan que se están realizando “ajustes” tras las manifestaciones de los estudiantes, quienes exigen la entrega de documentación que los acredite como egresados de esta institución. Hasta el momento, no hay una fecha definida para el inicio de clases, lo que ha generado preocupación entre los padres de familia.

Los estudiantes, pertenecientes a las carreras de licenciatura en enfermería, obstetricia, patrimonio cultural e historia, iniciaron un movimiento de protesta el pasado 11 de noviembre, tomando las instalaciones de la universidad e impidiendo el acceso a directivos y maestros. Entre sus demandas destacan la garantía de actividades formativas, la entrega de certificados, títulos y cédulas profesionales, así como el diálogo con las autoridades educativas.

La situación se ha agravado debido a la falta de respuesta por parte de las autoridades. Los estudiantes instalaron un campamento frente al plantel y colocaron pancartas con leyendas como “Queremos una coordinación que resuelva”, “Exigimos un diálogo con Raquel Sosa” y “Exigimos nuestras prácticas”. A pesar de sus esfuerzos, no han recibido soluciones concretas.

Además, los egresados de esta institución enfrentan dificultades para obtener empleo en sus áreas de estudio, a pesar de que se les prometió trabajo al graduarse. Muchos han tenido que emigrar a la Riviera Maya en busca de oportunidades laborales, mientras que otros trabajan en áreas ajenas a su formación.

De acuerdo con Armando Poot, padre de uno de los estudiantes afectados, las clases están suspendidas hasta nuevo aviso debido a los ajustes administrativos que se están realizando en las oficinas centrales de la universidad en Michoacán. Mientras tanto, los alumnos han regresado a sus hogares con la esperanza de ser notificados sobre el reinicio de actividades.

Esta situación ha afectado especialmente a los estudiantes de enfermería, quienes aún no tienen certeza sobre la realización de sus prácticas profesionales. Además, se ha revelado que el personal académico no ha recibido sus pagos desde enero, ya que la Secretaría de Hacienda mantiene retenidos los fondos.

El cierre del plantel y la falta de claridad sobre el futuro académico de los estudiantes han generado un clima de incertidumbre y descontento entre la comunidad estudiantil y sus familias. Mientras tanto, los jóvenes buscan empleo temporal para solventar sus necesidades económicas mientras esperan una resolución definitiva.

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