 
                Redacción / Quintana Roo Ahora
ESTADOS UNIDOS.- Rubén Oseguera González, mejor conocido como El Menchito, pasará el resto de su vida tras las rejas. La justicia de Estados Unidos le impuso una sentencia de cadena perpetua más 30 años, tras encontrarlo culpable de delitos relacionados con el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), incluyendo tráfico de drogas, homicidios y posesión ilegal de armas.
La jueza Beryl A. Howell, de la Corte Federal del Distrito de Columbia, emitió el fallo este viernes, cerrando así un proceso que comenzó en septiembre de 2024 y que dejó en claro la influencia y brutalidad con la que operó El Menchito dentro del crimen organizado.
Un capo moldeado por la violencia
Hijo de Nemesio Oseguera Cervantes, alias El Mencho, líder absoluto del CJNG, Rubén Oseguera creció en el mundo del narcotráfico. Nació el 14 de febrero de 1990 en California, Estados Unidos, pero fue en México donde se formó en la estructura del cártel. A los 14 años ya participaba en reuniones estratégicas con su padre, y para 2007 se había convertido en una de las figuras más temidas dentro de la organización.
Entre 2007 y 2017, Oseguera González escaló posiciones hasta consolidarse como una pieza clave del cártel. Su nombre aparece ligado a más de 100 asesinatos, entre ellos el derribo de un helicóptero de la Marina mexicana. También se le acusa de ordenar secuestros, torturas y de ser uno de los responsables de la expansión del CJNG en México y otros países.
La caída del heredero del CJNG
Su historia criminal tuvo varios capítulos antes de su condena final. En 2015 fue arrestado en México, pero logró ser liberado tras un fallo judicial. Ese mismo año fue recapturado y, tras un largo proceso legal, fue extraditado a Estados Unidos en 2020, donde finalmente enfrentó juicio.
La Fiscalía de Estados Unidos buscaba una doble cadena perpetua, argumentando que El Menchito no solo traficó cantidades masivas de cocaína y metanfetamina, sino que también jugó un papel central en la producción de fentanilo, una droga responsable de miles de muertes en suelo estadounidense.
Con su sentencia, se cierra un capítulo en la historia del narcotráfico, pero queda la pregunta: ¿su caída significará un golpe real al CJNG o simplemente abrirá espacio para la siguiente generación de capos?

 
                                                         
                                                         
                                                         
                                                         
                                                         
                                                        