Redacción / Quintana Roo Ahora
Cancún.- El calvario de la familia de Lucía Juárez Ramos, atropellada el pasado 25 de agosto en el kilómetro 9.5 del bulevar Kukulkán, parece no tener fin. La mujer permanece hospitalizada y lucha por su vida tras sufrir fracturas en muñecas, hombro, antebrazo y cadera, que la han llevado a enfrentar la primera de cinco cirugías.
De acuerdo con sus familiares, el operador del autobús de transporte público de la línea SEA, un Mercedes Benz rojo, fue liberado el mismo día del accidente bajo el argumento de que no se trataba de un delito premeditado. El conductor perdió el control de la unidad, impactó un paradero donde se encontraban dos personas y posteriormente colisionó contra un vehículo estacionado, dejando tres personas lesionadas, incluido un pasajero del camión.
Los familiares de Lucía señalaron que, al acudir a la Fiscalía General del Estado (FGE) para presentar la denuncia, se toparon con trabas y con la decisión de dejar en libertad al chofer. Además, acusaron que ni la empresa SEA ni la aseguradora han asumido la responsabilidad correspondiente. Según explicaron, la compañía se limitó a argumentar que, al contar con el seguro otorgado por el IMSS, no era necesario activar la póliza del autobús.
La madre de la víctima expresó que esta situación las deja desamparadas para enfrentar los altos costos médicos y el largo proceso de recuperación. Por su parte, Johanna Ramos, hermana de Lucía, cuestionó que las autoridades de tránsito y la Fiscalía permitieran la liberación del operador a pesar de que existen lesionados graves, lo cual, dijo, no debería estar permitido por la ley.
