 
                Redacción/Quintana Roo Ahora
Cancún.– La tranquilidad del fraccionamiento Maralago se vio interrumpida con el regreso de Raúl Martins, exespía argentino conocido como “el Rey del Burdel”, quien tras seis años en prisión obtuvo el beneficio de arresto domiciliario y ahora cumple su condena en un lujoso penthouse con vista al mar.
Martins, señalado por operar una red de trata de mujeres y explotación sexual desde hace más de dos décadas, cambió su celda en el Reclusorio Norte por una residencia en una de las zonas más exclusivas de Cancún, bajo la vigilancia de la Guardia Nacional.
Vecinos aseguran que el exagente vive rodeado de comodidades y frecuentes visitas, mientras sus víctimas denuncian que la medida representa una burla a la justicia.
“Lo sacaron de la cárcel para darle una prisión de oro”, lamentaron.
El caso ha reavivado el debate sobre los privilegios en el sistema penitenciario y la atención a las víctimas de trata de personas.

 
                                                         
                                                         
                                                         
                                                         
                                                         
                                                        