Redacción / Quintana Roo Ahora
Cancún, Q. Roo.– Padres de familia de la escuela primaria “María Lourdes García Medina”, ubicada en la Supermanzana 248, Villas del Mar, denunciaron públicamente la falta de atención por parte de la Secretaría de Educación y la CFE, luego de que el medidor explotara el día de ayer, dejando sin luz ni agua al plantel.
De acuerdo con los padres, el incidente provocó chispas y fuego en el medidor eléctrico, lo que obligó la intervención del Cuerpo de Bomberos y la notificación a Protección Civil y al Ayuntamiento de Benito Juárez. Sin embargo, pese al riesgo y a las denuncias formales, ninguna autoridad ha dado una solución inmediata, y las clases fueron suspendidas indefinidamente.
“Se habló a la Secretaría de Educación, se habló a la CFE y realmente no han dado respuesta. Quieren que los papás seamos quienes arreglemos el problema”, señalaron los tutores inconformes.
Los padres aseguran que la reparación del sistema eléctrico costaría entre 25 mil y 30 mil pesos, una cantidad que consideran injusta y excesiva para ser cubierta por la comunidad escolar.



El problema, explican, no es nuevo: desde hace años, la primaria y el kínder colindante comparten un solo medidor eléctrico, pese a que se había solicitado en repetidas ocasiones la separación de los medidores y la actualización del cableado, sin recibir respuesta de las autoridades educativas.
“Desde que se construyeron las escuelas, se hizo sólo un medidor para ambas. Entre los ventiladores, los climas y el consumo, terminó por colapsar. Ya se habían enviado oficios antes, pero nadie hizo nada”, relataron los padres.
Actualmente, el plantel permanece sin electricidad ni agua, ya que la bomba hidráulica tampoco puede operar. Los niños no han tenido clases desde el incidente, y los padres continúan organizándose y enviando mensajes a las autoridades en redes sociales, sin obtener respuesta.
La comunidad escolar exige a la Secretaría de Educación de Quintana Roo y a la Comisión Federal de Electricidad (CFE) actuar de inmediato, pues el plantel no puede operar en condiciones seguras ni dignas.
“No es justo que tengamos que pagar por un problema que es responsabilidad de las autoridades. Los niños están sin clases y sin condiciones adecuadas, y nadie da la cara”, concluyeron.
