Un viaje que se convirtió en una pesadilla. El pasado lunes 25 de marzo, el Tren Maya se descarriló en la estación Tixkokob, Yucatán, a una velocidad de 10 kilómetros por hora. Entre los pasajeros afectados se encontraba Argenis Mena, quien viajaba con una cachorrita que casi muere por un golpe de calor debido a la falta de aire acondicionado en el tren.
Calvario desde el inicio. La odisea de Argenis comenzó en la estación Teya de Mérida, donde un gerente del Tren Maya le exigió documentos para su perrita, a pesar de que ya había confirmado previamente que podía viajar con ella con la documentación adecuada. Tras superar este obstáculo, el tren se descarriló y el personal no pudo informar sobre el tiempo de retraso.
Viaje infernal. Tras casi tres horas de espera, el tren finalmente llegó, pero sin aire acondicionado. La falta de ventilación provocó que la perrita de Argenis sufriera un golpe de calor, mientras que otros pasajeros con problemas de presión, mujeres embarazadas y personas con discapacidad también se vieron afectados.
Solución tardía. Pasaron 40 minutos antes de que se arreglara el aire acondicionado, pero no se permitió a los pasajeros bajar del tren. En Campeche, después de otras dos horas de espera, se les pidió bajar y se les proporcionaron aires acondicionados portátiles. Sin embargo, la cachorrita ya estaba muy afectada y tuvo que ser ayudada con fomentos fríos para evitar su muerte.
Consecuencias. La perrita de Argenis se encuentra hospitalizada y en recuperación. Argenis llegó a su destino con más de cinco horas de retraso y asegura que no volverá a viajar en el Tren Maya después de esta terrible experiencia.
Este incidente pone de relieve la falta de preparación y atención al cliente del Tren Maya. Se espera que las autoridades investiguen lo sucedido y tomen medidas para evitar que se repitan situaciones similares en el futuro.
Este caso es un ejemplo de la necesidad de mejorar las condiciones del Tren Maya y garantizar un viaje seguro y confortable para todos los pasajeros.
