La barbarie sobre ruedas: Taxistas desatan caos en Quintana Roo

#PasoEnFalso

Quintana Roo, un paraíso turístico de playas infinitas y cultura vibrante, se ha convertido en escenario de una batalla sin sentido. Los taxistas, en lugar de ser embajadores de hospitalidad, se han erigido como verdugos de la paz ciudadana.

Con más de 50 conductores de Uber marcados como víctimas en lo que va del 2023, la anarquía sobre ruedas alcanza proporciones alarmantes. Los turistas y ciudadanos, atrapados en una espiral de violencia, cuentan más de 10 historias de agresiones que empañan la reputación de la región tan sólo durante este año.

La sombra de la desconfianza planea sobre Quintana Roo, extendida por las alertas de viaje de Estados Unidos. ¿Cómo disfrutar de la belleza local cuando el miedo se desliza en cada esquina? Los taxistas, lejos de ser embajadores del estado, se han convertido en arquitectos de la desgracia.

El retiro de concesiones, un tímido intento de poner orden, se ha materializado solo en casos selectos. ¿Qué mensaje envía esto a la sociedad? Pareciera que la impunidad viste chaleco con el color de los sindicatos de chafiretes. Los taxistas agresores, lejos de enfrentar consecuencias, merodean como depredadores en busca de su próxima presa.

En este escenario caótico, Quintana Roo enfrenta una encrucijada. ¿Permitiremos que la anarquía sobre ruedas defina nuestra identidad? Es hora de que las autoridades actúen con firmeza, recuerden que la hospitalidad es el verdadero motor de nuestro turismo. Los ciudadanos merecen transitar las calles sin temor, y los turistas deben llevarse consigo recuerdos de sol y mar, no cicatrices de una violencia desatada.

La belleza de Quintana Roo merece ser admirada, no eclipsada por la barbarie sobre ruedas. Es hora de poner freno a esta locura motorizada antes de que nuestro paraíso se convierta en un infierno intransitable, eso sí sería un #PasoEnFalso