A pesar de los esfuerzos en las campañas de concientización, el Virus de la Inmunodeficiencia Humana (VIH) sigue siendo una de las principales causas de muerte entre la generación millennial, según revelan las Estadísticas de Defunción Registrada (EDR) del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).
Los hombres de 25 a 44 años representan la mayor cantidad de decesos, a pesar de los tratamientos efectivos disponibles en el sector público. El VIH se posiciona como la séptima causa de muerte entre hombres adultos de 25 a 34 años y la octava entre jóvenes de 15 a 24 y adultos de 35 a 44 años. Aunque se registraron 125 muertes en la generación Z (de 15 a 24 años), la cifra más significativa se observa entre adultos de 25 a 44, con un total de mil 58 fallecimientos.
Defensores de los derechos de las personas con VIH han exigido mejores campañas sanitarias y una mayor colaboración con la sociedad civil organizada. Daniel Serrano, director de Interculturalidad, Salud y Derechos A.C. (INSADE), resaltó la importancia de una coordinación entre el gobierno y las organizaciones civiles para abordar este problema.
Serrano enfatizó que la concentración de recursos para combatir el VIH ha afectado la efectividad de las campañas preventivas, contribuyendo al aumento de la incidencia del virus. Además, subrayó la necesidad de reevaluar las políticas actuales y restablecer el apoyo a las organizaciones civiles especializadas en la lucha contra el VIH para revertir esta tendencia alarmante de muertes en la generación millennial.
Aunque la supresión virológica es un hito significativo en el tratamiento del VIH, no garantiza automáticamente la estabilidad clínica. Aunque la edad media en el momento del diagnóstico es de 38 años en hombres y 34 en mujeres, lo que sugiere una esperanza de vida de tres o cuatro décadas gracias al tratamiento antirretroviral, es crucial reconocer que la gestión integral de la salud y el bienestar continúa siendo esencial para asegurar una vida plena y saludable para las personas con VIH.