Gran manifestación en Argentina contra las reformas de Milei

En una demostración masiva de descontento, sindicatos de Argentina llevaron a cabo una huelga general y protestas contra las reformas económicas y laborales propuestas por el gobierno ultraliberal de Javier Milei. Decenas de miles de personas participaron en las protestas que tuvieron lugar en todo el país.

La manifestación, convocada por la Confederación General del Trabajo (CGT), la mayor central sindical de Argentina, rechazó en particular los cambios por decreto en el régimen laboral propuestos por Milei, que limitan el derecho de huelga y afectan la financiación de los gremios.

Sindicatos de diversos sectores, incluyendo aceiteros, periodistas, trabajadores de la cultura, hospitales y ciencia, así como miembros de organizaciones barriales y defensores de derechos humanos, participaron en la protesta en Buenos Aires. Los manifestantes portaban carteles con consignas como «la patria no se vende», «No al apagón cultural» y «Ciencia o terraplanismo».

Durante el acto central frente al Congreso nacional, el sindicalista Pablo Moyano lanzó una fuerte advertencia al ministro de Economía, Luis Caputo, en respuesta a las medidas de Milei: «Si sigue con estas medidas, los trabajadores lo van a llevar en andas al ministro, pero para tirarlo al Riachuelo», haciendo referencia a un comentario previo del propio Milei.

La ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, calificó a los organizadores de la protesta como «sindicalistas mafiosos, gerentes de la pobreza», en una publicación en redes sociales.

La protesta, que contó con la participación de la Confederación de Trabajadores Argentinos (CTA) y organizaciones de derechos humanos, se extendió a todas las capitales del país, reuniendo a miles de huelguistas en diversas ciudades.

La estatal Aerolíneas Argentina se unió a la huelga, cancelando todos sus vuelos, mientras que en el extranjero se llevaron a cabo actos de solidaridad en distintas capitales del mundo.

Las medidas de ajuste propuestas por Milei buscan revolucionar el sistema económico argentino, abogando por el libre mercado en varios aspectos. La sociedad civil, altamente organizada, expresó su desacuerdo con estas medidas, marcando el primer gran desafío para el gobierno de Milei desde su asunción.