Un fuerte sismo de magnitud 6.0 despertó a Guatemala. El epicentro de este movimiento telúrico se situó en el departamento de Escuintla, en la costa guatemalteca hacia el océano Pacífico, aproximadamente a 100 kilómetros al sur de la capital del país centroamericano.
El impacto de este sismo no se limitó al territorio guatemalteco, ya que se pudo sentir en diversas regiones del estado de Chiapas, en México, así como en El Salvador. Aunque hasta el momento se reportan tres heridos y daños materiales, las autoridades mantienen un monitoreo constante a nivel nacional para evaluar la situación.
Según la Coordinadora Nacional para la Reducción de Desastres (Conred), se registraron derrumbes en carreteras y daños en infraestructuras como la fachada de la Iglesia de San Pedro Jocopilas, en Suchitepéquez, y la estructura de una estación de bomberos en La Gomera, Escuintla, entre otros.
El sismo, que ocurrió a las 23:52 horas, tuvo una profundidad de 48 kilómetros y afectó a 12 de los 22 departamentos del país. Aunque generó preocupación en la turística Antigua Guatemala, no se han reportado víctimas ni daños graves hasta el momento.
Este evento recuerda la constante amenaza sísmica que enfrenta Guatemala, debido a la convergencia de las placas tectónicas Caribe y Cocos, así como a las fallas geológicas locales. Las autoridades subrayan que el 90% del territorio guatemalteco es propenso a este tipo de fenómenos, lo que refuerza la importancia de la preparación y la prevención ante desastres naturales.