En un acto repudiable, individuos identificados como empleados del ayuntamiento de Benito Juárez, portando camisas de la entidad, protagonizaron un incidente violento al agredir a reporteros que intentaban cubrir el acceso a la celda 175.
Esta celda, catalogada como emergente, se encuentra actualmente suspendida por una orden emitida por un juez federal.
El motivo de la agresión parece estar vinculado a un intento de silenciar la difusión de información relacionada con presuntas violaciones ambientales que rodean la medida cautelar impuesta por la autoridad judicial.
Testigos presenciales afirman que los agresores buscaban evitar la cobertura mediática de la situación, generando preocupaciones sobre posibles irregularidades o encubrimientos.
Las autoridades locales aún no han emitido comentarios oficiales sobre el incidente, pero la sociedad demanda transparencia y una pronta investigación para esclarecer los hechos.
Este lamentable episodio resalta la importancia del libre ejercicio periodístico y la necesidad de garantizar un ambiente seguro para los profesionales de los medios, quienes desempeñan un papel crucial en la fiscalización y difusión de asuntos de interés público.