Redacción / Quintana Roo Ahora
Quintana Roo.- En lo que va del año, Quintana Roo ha registrado seis mil 262 personas diagnosticadas con obesidad, liderando así la lista de estados con más casos en la Península. Según datos del Sistema Nacional de Vigilancia Epidemiológica, Yucatán ha reportado cinco mil 482 casos y Campeche apenas mil 669.
Erika Sandoval Herrera, nutrióloga especialista en trastornos de alimentación en Cancún, explicó que esta enfermedad se presenta con mayor frecuencia en las zonas urbanas debido al ritmo acelerado y la prevalencia de comida rápida, especialmente en áreas turísticas como las de Quintana Roo. Según el reporte, las mujeres son más susceptibles a esta enfermedad: de los seis mil 262 casos en el estado, 3 mil 801 son féminas. Sandoval señaló que los hombres, al ser proveedores, tienen una mayor actividad física en comparación con las mujeres que suelen quedarse a cargo del hogar.
La especialista destacó que la obesidad se ha normalizado entre la población, sin considerar los daños a largo plazo que causa en el cuerpo. La falta de una cultura de alimentación sana y el poco tiempo disponible para preparar comidas en casa empeoran la situación. Además, los altos costos de los productos naturales también son un factor importante.
El alto consumo de bebidas azucaradas contribuye significativamente al desarrollo de la obesidad. Sandoval mencionó que 600 mililitros de un refresco de cola contienen el equivalente a 11 cucharadas soperas de azúcar, mucho más de lo recomendado. La preferencia por estos productos es evidente en los puestos de comida y tiendas de autoservicio.
El sobrepeso y la obesidad son factores de riesgo para enfermedades no transmisibles como la diabetes, el cáncer, la hipertensión y las enfermedades del corazón. Estas condiciones se deben principalmente a una ingesta calórica excesiva y a la falta de actividad física. El consumo de alimentos con muchas calorías, grasas y azúcar, junto con un bajo consumo de frutas y verduras, promueve el desarrollo de estos padecimientos.
Los hábitos familiares, como comer frente al televisor en lugar de hacerlo alrededor de una mesa, y el estilo de vida sedentario agravan la situación. En la Península, la dieta común basada en tortillas de maíz frito, carne de puerco y frijoles aporta una cantidad alta de grasas innecesarias para el cuerpo, concluyó Sandoval.