Redacción / Quintana Roo Ahora
Quintana Roo.- No es coincidencia que Omar García Harfuch, el nuevo titular de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC), aterrizara en Quintana Roo apenas 15 días después de que Claudia Sheinbaum asumiera la presidencia. Pero, que nadie se engañe: no vino a disfrutar de las playas cristalinas ni a probar los famosos platillos de Puerto Cancún.
García Harfuch llegó acompañado del secretario de Marina, Raymundo Pedro Morales Ángeles, y la visita fue todo menos una cortesía. Quintana Roo, una joya del Caribe mexicano, se ha convertido en un campo de batalla donde la delincuencia campea a sus anchas. El estado, junto con Baja California Sur, Colima y Aguascalientes, se disputa, mes a mes, el deshonroso primer lugar en delitos, según los fríos datos del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública.
La situación es tan crítica que Quintana Roo ocupa el décimo lugar en homicidios dolosos, una posición nada envidiable en el mapa nacional. Para ilustrar el caos, basta con mirar los reportes de este domingo: ¡seis asesinatos en un solo día! ¿Es esta la nueva postal que recibirán los turistas?
Y hablando de turismo, Cancún, la joya de la corona, está en horas bajas. Los números turísticos se desploman y todo apunta a que los hechos violentos en playas y calles están espantando a los visitantes. Ante esta realidad, García Harfuch y Morales Ángeles tienen un plan: operativos “vía marítima” para combatir a sicarios que usan motos acuáticas como sus armas de guerra en las playas.
¿Será suficiente para salvar el paraíso o el Caribe mexicano está en caída libre?