La maldición de la Expofer: ¿Mito o simple coincidencia?

Redacción / Quintana Roo Ahora

Chetumal.- Cada año, cuando llega la Expofer a Chetumal, no solo llegan las luces, los juegos mecánicos y la música, sino también la lluvia. Para muchos, es una coincidencia obvia, pues la feria se celebra durante la temporada de lluvias. Sin embargo, desde hace años circula una leyenda urbana que ha cobrado fuerza, especialmente en redes sociales, donde se asegura que no es solo el clima lo que trae el mal tiempo, sino una antigua maldición maya.

La historia cuenta que, en los tiempos en que Mario Villanueva Madrid gobernaba el estado, una anciana maya, vendedora de tamales, acudió a la feria con la esperanza de ganar unos pesos. Según la leyenda, al no hablar español y desconocer que debía pagar un permiso para vender en la feria, fue retirada por los organizadores. Sin comprender la situación y con su dignidad herida, la anciana regresó en varias ocasiones solo para ser desalojada nuevamente.

Frustrada y enojada, la anciana habría lanzado una maldición: «Que cada vez que se haga esta feria, la lluvia la arruine». Desde entonces, dice la leyenda, no ha habido una Expofer sin lluvia. Incluso Juan Manuel Zamarripa, ex director de Protección Civil del municipio de Othón P. Blanco, ha hecho eco de esta versión en entrevistas.

¿Verdad o ficción? Lo cierto es que, desde su inicio en 1975, la Expofer ha sido históricamente acompañada por fuertes lluvias. Algunos se toman la leyenda con humor, mientras otros creen firmemente en la historia de la maldición. Y mientras muchos optan por culpar a los patrones climáticos de la península de Yucatán, otros siguen pensando que hay algo más allá de lo meteorológico en cada tormenta que cae sobre la feria.

Lo curioso es que esta historia ha perdurado, alimentada por la imaginación popular, y cada año se vuelve un tema de conversación entre los chetumaleños. Sin embargo, más allá del mito, lo que es innegable es que la Expofer sigue siendo uno de los eventos más esperados del estado, llueva o truene.

¿Es solo una leyenda? Probablemente. Pero mientras la feria siga bañada por la lluvia, la historia de la viejecita y su maldición seguirá siendo parte del folclore de Chetumal, un toque de magia oscura en medio del bullicio y la diversión de la feria. Porque, al final, ¿quién puede resistirse a una buena historia?

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