Redacción / Quintana Roo Ahora
BEIRUT.- La Organización de las Naciones Unidas (ONU) ha denunciado este sábado que las fuerzas israelíes irrumpieron por la fuerza en una de sus bases situadas en el sur de Líbano, en un aparente intento de contrarrestar la creciente presencia de Hezbolá en la región. Según fuentes del organismo internacional, el incidente ha generado una seria preocupación sobre la violación de los acuerdos de paz y la seguridad del personal desplegado en la zona.
El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, ha exigido la “retirada inmediata” de los cascos azules de la Fuerza Provisional de las Naciones Unidas para el Líbano (FINUL). Netanyahu argumenta que las tropas de la ONU están siendo utilizadas como «escudos humanos» por la milicia chií Hezbolá, que opera activamente en la región fronteriza. Según el mandatario, esta situación compromete la seguridad de Israel y de la propia ONU, cuyo mandato es garantizar la estabilidad y evitar enfrentamientos entre las partes.
La tensión entre Israel y Hezbolá ha escalado en las últimas semanas. Este mismo sábado, un ataque con drones atribuido a la milicia chií ha dejado más de 60 heridos en territorio israelí, lo que ha intensificado los temores de un conflicto mayor. Los drones impactaron en varias zonas residenciales y militares cerca de la frontera, provocando daños significativos y desatando una respuesta inmediata por parte del ejército israelí.
A pesar de las acusaciones de Netanyahu, la ONU ha defendido la neutralidad de sus tropas en la región, reiterando que su única misión es preservar la paz. Sin embargo, el cruce de declaraciones ha generado una creciente preocupación en la comunidad internacional sobre el futuro de la misión de la FINUL, que ha sido clave para evitar confrontaciones mayores entre Israel y Líbano desde la guerra de 2006.
La situación en la frontera entre ambos países se torna cada vez más volátil, con un Hezbolá fortalecido y un Israel que refuerza su postura defensiva. Mientras tanto, las negociaciones diplomáticas parecen estancadas, y las víctimas civiles siguen aumentando en un conflicto sin fin a la vista.