Redacción / Quintana Roo Ahora
Quintana Roo.- Desde su llegada a Quintana Roo en 2021, la vacuna contra el COVID-19 ha generado una respuesta masiva entre los ciudadanos, quienes formaron largas filas para recibir la inoculación y protegerse de la enfermedad. A partir de la primera quincena de octubre, se ha reanudado la aplicación del biológico, y hasta el momento se han vacunado 5,401 personas, lo que representa apenas el 4.5% de la meta de 120,000 inmunizaciones establecida por los Servicios de Salud de la entidad.
En lo que va del año, se han registrado 111 nuevos contagios de COVID-19 y 16 fallecimientos por complicaciones derivadas de la enfermedad, sumando un total de 124,558 casos positivos desde el inicio de la pandemia, con 4,500 muertes reportadas. Actualmente, hay 27 personas en estudio por posible contagio y dos en aislamiento con el virus activo.
Ángel Castañeda, médico general en Cancún, afirmó que el COVID-19 se ha convertido en una de las muchas infecciones respiratorias con las que la población deberá convivir. Gracias a la vacunación y a la inmunidad generada por contagios previos, se espera que los casos sean menos frecuentes y menos mortales.
Las recomendaciones de sanidad continúan siendo cruciales. La pandemia demostró que el uso de cubrebocas, el lavado de manos y el uso de gel antibacterial no solo reducen los contagios de COVID-19, sino de otras enfermedades respiratorias. La vacunación es esencial para reforzar el sistema inmune, ayudando a prevenir que la enfermedad se convierta en un cuadro grave.
La campaña de vacunación estará vigente hasta marzo de 2025, y los ciudadanos pueden acudir a los diferentes módulos de vacunación ubicados en centros de salud y hospitales, donde la inoculación es completamente gratuita. Solo es necesario presentar la cartilla de vacunación.
Desde marzo de 2020, se han administrado 3,658,148 vacunas en Quintana Roo, con el 50% de estas en el municipio de Benito Juárez. Según la Organización Mundial de la Salud, los síntomas más comunes del COVID-19 incluyen fiebre, escalofríos y dolor de garganta, aunque la mayoría de las personas se recuperan sin necesidad de hospitalización.