Redacción / Quintana Roo Ahora
CHETUMAL.- El Dr. José Luis Pech, conocido por su trayectoria académica y política, vuelve a ser noticia, pero no precisamente por aciertos. En un intento por atraer la atención de los motociclistas de Quintana Roo, el legislador del partido Movimiento Ciudadano propuso la derogación de un artículo que, simplemente, no existe en la Ley de Movilidad.
En un video compartido en sus redes sociales, el político presentó con entusiasmo su intención de eliminar el artículo 219 BIS de la llamada #LeyChaleco. Sin embargo, bastó una revisión rápida para comprobar que dicho artículo no figura en el marco legal estatal.
El desliz no pasó desapercibido, y la iniciativa fue calificada como un intento desesperado por ganar simpatías, dejando en evidencia la falta de conocimiento del legislador sobre las leyes que dice representar. Este error no solo pone en entredicho su capacidad legislativa, sino también la seriedad de su partido en el Congreso local.
El contexto: entre motociclistas y chalecos
La #LeyChaleco, que exige a los motociclistas portar chalecos con identificadores, ha generado controversia entre los conductores. Sin embargo, la propuesta del Dr. Pech parece más un acto de oportunismo político que un esfuerzo real por atender las demandas de este sector.
En lugar de promover una reforma fundamentada o un diálogo con los ciudadanos, el legislador prefirió el camino de los reflectores, tropezando con su propio desconocimiento.
Un patrón repetido
Este no es el primer traspié del Dr. Pech, quien, a pesar de su experiencia, ya acumula varios episodios similares. Su más reciente metedura de pata reaviva el debate sobre la preparación de quienes representan a los quintanarroenses en el Congreso y si realmente están capacitados para abordar los problemas de fondo del estado.
Por ahora, el artículo 219 BIS seguirá siendo un fantasma, como las promesas de quienes lo mencionan sin saber siquiera dónde buscarlo.
La conclusión: el Partido Naranja en la mira
Con este episodio, Movimiento Ciudadano enfrenta una nueva ola de críticas por la selección de sus representantes. Entre iniciativas mal planteadas y deslices mediáticos, parece que los problemas de fondo siguen esperando una solución real, mientras los ciudadanos se preguntan: ¿cuánto tiempo más seguirán soportando legisladores que confunden protagonismo con trabajo?