Renán Sánchez Tajonar el «corresponsal» que Quintana Roo no pidió

Paso En Falso

Renán Sánchez Tajonar, diputado local de Quintana Roo, nos da una lección de cómo algunos políticos perciben la función pública: como un escaparate para los propios caprichos y no como un mandato de servicio. En plena jornada laboral, Sánchez Tajonar decidió que era el momento perfecto para su luna de miel. Pero, ¡que no cunda el pánico! Según él, deberíamos estar «agradecidos» porque aprovechará su viaje para observar el proceso electoral de los Estados Unidos, y, de paso, visitará las casas de campaña de Kamala Harris y Donald Trump, se siente «corresponsal» del Congreso TV. Con una mezcla de ironía involuntaria y un toque de indulgencia, el diputado nos informa que no ha dejado todo al olvido; simplemente, «trabajará» desde el otro lado de la frontera.

En el terreno de la responsabilidad pública, esto sería como ver a un bombero lanzándose a una fiesta de cumpleaños mientras asegura que «vigila» el incendio de una ciudad. Porque, seamos claros: las necesidades de Quintana Roo poco tienen que ver con la elección estadounidense. Entonces, ¿qué motiva a Sánchez Tajonar? ¿Acaso es que ve en su cargo una especie de visa diplomática para codearse con figuras de poder en otro país? ¿O es, simplemente, una manera de evadir la responsabilidad y justificar su ausencia con un toque de “glamour”?

Más preocupante que su ausencia física es la postura que asume: esa especie de condescendencia que nos pide que aceptemos su falta de profesionalismo. Su justificación no sólo es un mal disfraz para lo que en realidad es una escapada personal, sino que además subestima la inteligencia de los quintanarroenses. En una tierra donde los problemas de inseguridad, falta de servicios y desigualdad no cesan, resulta insultante ver a uno de sus representantes políticos fantaseando con ser una suerte de embajador de los intereses quintanarroenses en una elección extranjera. Quizás alguien debería recordarle al diputado que su cargo no le otorga el título de observador internacional y que su misión principal está aquí, en Quintana Roo, no en Estados Unidos.

Esto deja en evidencia una de las grandes fallas de nuestra cultura política: la falta de compromiso genuino con el electorado. Al tratar de justificar su ausencia con un argumento tan poco convincente, Sánchez Tajonar refleja una visión del poder desconectada de la realidad. Su «amistad íntima» con candidatos estadounidenses poco le importa a los ciudadanos de Quintana Roo, que esperan algo mucho más simple y mundano: que su diputado esté presente, que trabaje en soluciones reales y que respete los tiempos legislativos.