Redacción / Quintana Roo Ahora
Ah, Aguakan, siempre tan diligente en educarnos sobre las diferencias entre agua potable y agua tratada. Gracias, porque claramente necesitábamos esa lección para entender que el agua potable no es lo mismo que el agua que sale de nuestras llaves con aroma a piscina abandonada.
Nos dicen que cumplen con los más altos estándares nacionales e internacionales. ¿Internacionales? ¿Será que están hablando del estándar “aguas de tercer mundo” que solo nosotros entendemos? Porque si por cada estándar cumplido nos dieran un peso, seguro ya podríamos reparar todas las fugas de Cancún.
Entendemos que el agua tratada no es para consumo humano directo, pero nos queda la duda: ¿entonces por qué nuestro café matutino tiene un je ne sais quoi que lo hace tan… “especial”? ☕ ¿O por qué nuestra ropa parece salir del lavado con un toque “dorado” que no estaba ahí antes? ¿Innovación o resignación?
Por supuesto, su compromiso es admirable. Nos garantizan agua “100% potable” (eso sí, siempre y cuando ignores el color, el olor y a veces hasta la textura). Y si no confías en ellos, pues ya sabes, siempre está la opción de comprar tu garrafón… aunque te cobren igual por el servicio.
En fin, Aguakan, no dudamos de tus intenciones puras. Solo esperamos que el día que decidas hacer honor a tus promesas, el agua potable no sea una leyenda urbana en Quintana Roo.