Entre melón y me lames
Me llamaron a mi teléfono para preguntarme si conozco a Rafael Marín, Gino Seguro y Alma González, es decir, Anahí González, pero con el nombre que no usa. Quieren dejar la contienda en dos: entre Rafa Marín, quien picó piedra en este estado para crear el proyecto morenista, y Eugenio Segura, «Gino», que no tiene otra gracia más que ser el elegido por la gobernadora para su sucesión. Este último se está beneficiando de la cargada gubernamental. Hay una más: Anahí Hernández como única mujer, a quien, en el peor de los casos, la mandamás quintanarroense vería mejor por su sumisión, en contraste con Maribel Villegas o la misma Ana Paty Peralta.
El morenismo actual es una triste calca del PRI, y eso que dijeron que serían diferentes. Son un discurso machacado de honestidad, una consigna de presunción obradorista y una necesidad de travestirse de luchadores sociales.
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Esferita de cristal, dinos qué sigue en el futuro
Una cantidad desconocida, pero multimillonaria, llegó a Quintana Roo a través de la construcción del Tren Maya: miles de empleos, compras, rentas, obras, etc. De frontera a frontera del estado se pueden observar proyectos de todos tamaños. Además, hay que incluir el Puente de la Nichupté y, por supuesto, el encarpetamiento del boulevard Colosio. Todas estas fueron obras federales.
Lo anterior sirvió para responder a la crisis que generó la pandemia de COVID-19, la cual fue desastrosa para las finanzas de nuestro estado y del comercio en general. Las obras federales trajeron toneladas de dinero, pero ya no estarán más. Salvo el Puente de la Nichupté, que sigue en obra, y una pequeña parte de las estaciones del Tren Maya, ya no habrá la misma cantidad de circulante que había en este estado. La Colosio es una gran obra, pero por sí misma no genera recursos.
El Tren Maya tardará al menos veinte años en alcanzar su punto de equilibrio y no representará todo lo que se ha dicho de esta gigantesca obra. En síntesis, la economía estatal ya empieza a resentir la ausencia de todo este dinero, lo cual se recrudecerá más a partir del próximo año. Mucho tendrán que hacer las autoridades estatales y municipales.
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Se está muriendo la gallina de los huevos de oro
«Cuando no tengas de qué informar, habla del turismo». Eso se decía de los gobernantes del pasado… y del presente. El tema es que hay una verdadera baja en el turismo. Una preocupante baja cuyo origen es diverso, pero, de algo estemos seguros, nos va a afectar fuertemente.
Este estado vive literalmente del turismo. La inseguridad, el encarecimiento del destino, la falta de promoción gubernamental, la mala gestión de los funcionarios de la oficina de turismo y, sobre todo, la simulación, están haciendo un caldo de cultivo peligroso para la industria más importante de Quintana Roo: el turismo.