Vapeadores: el peligro silencioso que prolifera en Cancún pese a su prohibición

Redacción / Quintana Roo Ahora

CANCÚN.- Aunque desde mayo de 2022 está prohibida la comercialización y distribución de vapeadores en México por decreto presidencial, estos productos continúan vendiéndose sin restricciones en Cancún. La Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) advirtió este año que los vapers contienen, además de nicotina, 22 sustancias cancerígenas, entre ellas pulegona, arsénico, formaldehído y nitrosaminas. Sin embargo, su popularidad sigue creciendo, especialmente entre adolescentes y jóvenes.

En el corazón de este polo turístico operan al menos 10 tiendas de vapeadores, mientras que en tianguis locales se contabilizan más de 30 puntos de venta. Además, plataformas digitales y redes sociales promocionan ofertas como «promoción navideña, 10 vapers de diversos sabores por 750 pesos», según denunció Francisco Bonetta Hurtado, encargado de la Comisión contra las Adicciones en Quintana Roo.

Bonetta advirtió que uno de los principales problemas es la falta de regulación en los componentes químicos de estos dispositivos. “Quienes los producen hacen combinaciones químicas moleculares para abaratar costos, lo que aumenta los riesgos para la salud. Aún no sabemos con certeza cuánto tiempo tardarán en afectar la salud como lo hace el cigarro convencional, que reduce en promedio 30 años de vida”, explicó.

A pesar de estos riesgos, los vapeadores han encontrado un mercado fuerte en Cancún, especialmente en la zona hotelera, donde la demanda de turistas internacionales es elevada. Según la Secretaría de Salud federal, el uso de vapers incrementa en un 19% la probabilidad de desarrollar insuficiencia cardiaca, pero esto no ha frenado su consumo.

La Encuesta Nacional de Salud y Nutrición (Ensanut) revela que el 3.5% de los adolescentes entre 10 y 19 años en Quintana Roo son usuarios habituales de vapeadores, mientras que el 7.8% de los adultos también los consumen. Este incremento se debe, en parte, a la percepción errónea de que los vapeadores son una alternativa «más saludable» al cigarro convencional y a la creciente disponibilidad de dispositivos desechables, cuyos precios oscilan entre 200 y 600 pesos, aunque los modelos más económicos, provenientes de China, se venden hasta en 75 pesos.

La venta de estos productos, además de ser ilegal, puede conllevar multas que van de los 95 mil a 385 mil pesos. Sin embargo, la falta de operativos y controles efectivos permite que los puntos de venta sigan proliferando.

La Cofepris y las autoridades locales enfrentan un reto mayúsculo para frenar esta tendencia, que no solo amenaza la salud de los consumidores, sino que también evidencia un vacío en la regulación y el cumplimiento de las normativas en Cancún, uno de los destinos más importantes del Caribe Mexicano.