Redacción / Quintana Roo Ahora
Tekit.- Según información del portal Presidio Mx, ocho familiares de la mujer asesinada a golpes por «El Huero»—quien posteriormente fue linchado—fueron sacados de sus casas por elementos de la Policía Estatal de Investigación (PEI) y mantenidos incomunicados por más de 12 horas.
Este operativo habría sido un intento del gobernador Joaquín Díaz Mena por fabricar un expediente creíble en torno a un caso que ha generado indignación a nivel nacional.
Detención arbitraria y violencia policial
Los agentes de la PEI acudieron al domicilio de la víctima en Tekit y pidieron a sus familiares que los acompañaran a Ticul para rendir declaración. Sin sospechar lo que sucedería, los familiares accedieron voluntariamente.
Al llegar a Ticul, las ocho personas fueron retenidas en condiciones que sus allegados describen como un “secuestro”, ya que no se les permitió hacer llamadas ni contactar a nadie. Una mujer que intentó usar su celular fue golpeada por los agentes para impedirlo.
Desde ese momento, los familiares fueron esposados y desaparecidos por más de medio día. Al ver que no regresaban, sus seres queridos acudieron a la Fiscalía de Ticul, donde se les negó información sobre su paradero.
Aparición en Mérida y denuncias de tortura
Tras una búsqueda desesperada, los detenidos fueron localizados en la madrugada del viernes en la sede del Complejo de Seguridad en Mérida. Sus familiares lograron encontrarlos y llevarlos de regreso a Tekit.
De acuerdo con testimonios, las declaraciones que se les tomaron fueron obtenidas bajo tortura psicológica e, incluso, física. Esto refuerza la sospecha de que la operación policial tenía la intención de fabricar un expediente con “chivos expiatorios” para desviar la atención del caso y minimizar el impacto político en la administración estatal.
Impunidad en otro caso en Seyé
Mientras tanto, en Seyé, persiste la impunidad en torno a otro caso que ha generado indignación. Se han cumplido tres semanas desde que una pareja fue atropellada y asesinada por varios sujetos que, con presunta complicidad de policías estatales, lograron huir del lugar. Hasta la fecha, los responsables siguen eludiendo la justicia.
Este panorama ha provocado fuertes cuestionamientos sobre el actuar de las autoridades en Yucatán, donde las irregularidades en la impartición de justicia parecen ser cada vez más evidentes.