Felipe Carrillo Puerto: Niña de 11 años huye con hombre de 35 años que asegura ser su «novio»

Redacción / Quintana Roo Ahora

Felipe Carrillo Puerto.- Una situación de alto impacto ha sacudido a la comunidad local tras revelarse la desaparición de Rosa M., una menor de 11 años, quien escapó con Gustavo A., un hombre de 35 años originario de Nicaragua, a quien la niña describió como su «novio». El caso, cargado de preocupación y controversia, ha encendido las alarmas sobre los riesgos de explotación y manipulación de menores.

Según información recabada, Rosa M. dejó una carta dirigida a su madre antes de huir, en la que justificó su decisión como un acto voluntario motivado por el amor. “Me fui por amor”, escribió la menor, añadiendo: “Déjame vivir mi vida, quiero probar suerte con él”. En el texto, insistió en que no fue obligada y expresó su deseo de iniciar una nueva vida junto al hombre.

Sin embargo, la gran diferencia de edad (24 años) y la condición de adolescente de Rosa han generado fuertes cuestionamientos. Autoridades, organizaciones de protección infantil y la sociedad civil han señalado la incongruencia de una relación entre una niña y un adulto, subrayando la posibilidad de coerción, grooming o explotación. En muchos países, una relación de este tipo constituiría un delito penal, dada la incapacidad legal de un menor para consentir.

Las autoridades ya iniciaron una investigación para localizar a la menor y determinar las circunstancias de su desaparición. Se busca esclarecer, entre otros aspectos, cómo se estableció el vínculo entre ambos y si existió manipulación emocional. Mientras tanto, la familia de Rosa ha manifestado angustia y exigido acciones urgentes para garantizar su seguridad. “Solo queremos que regrese sana y salva”, declaró la madre, quien pidió apoyo ciudadano para dar con su paradero.

El caso ha reabierto el debate sobre la prevención de abusos a menores, la educación afectivo-sexual temprana y la responsabilidad de las instituciones ante señales de riesgo. Expertos recuerdan que, en situaciones así, la percepción de «consentimiento» por parte de un niño no exime al adulto de su responsabilidad penal ni moral.

Las investigaciones continúan en curso, y se ha emitido una alerta para ubicar a Gustavo A., cuyo paradero también se desconoce. La comunidad espera respuestas rápidas que prioricen la integridad de la niña.

En la mayoría de legislaciones, relaciones con menores de 14 años se consideran abuso sexual infantil, incluso si no media violencia, dado que se presume incapacidad para consentir.

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