La esperanza que nada en el Caribe: turismo sustentable y conservación de tiburones

Redacción / Quintana Roo Ahora

CANCÚN.- Con el imponente azul turquesa del Caribe como escenario, el biólogo marino Joel Rodríguez Duarte trabaja para dar un giro radical a la relación entre pescadores y tiburones. En colaboración con cooperativas pesqueras de Isla Mujeres, Rodríguez busca que los tiburones pasen de ser presa a ser protagonistas de una nueva oferta turística: el nado con tiburones en su hábitat natural, una actividad que planea implementarse a partir de 2025.

“Nuestro objetivo es evitar que los tiburones sean pescados, ofreciéndoles a los pescadores una alternativa económica más sostenible,” señaló Rodríguez. A nivel global, las poblaciones de tiburones han disminuido drásticamente debido a la caza indiscriminada. Nada de estos depredadores marinos se desperdicia: su hígado tiene usos medicinales y su carne, a menudo vendida como cazón, es un ingrediente clave en diversos platillos.

El Caribe mexicano, conocido por su nado con tiburones ballena y gata, podría ser también el escenario para convivir con otras especies. Según la agrupación “Saving Our Sharks,” en las aguas de Quintana Roo habitan aproximadamente 200 mil tiburones de al menos 25 especies, incluyendo al majestuoso tiburón martillo, el tiburón toro, el tigre y el sarda.

Sin embargo, Rodríguez aclara que los avistamientos de tiburones en las costas de Cancún no obedecen a una búsqueda de contacto con humanos, sino a su instinto natural: siguen a los cardúmenes de peces que también transitan estas aguas.

El reto es doble: por un lado, sensibilizar a las comunidades locales sobre la importancia de proteger a estas especies para mantener el equilibrio marino y, por otro, atraer a turistas con actividades seguras y responsables.

Con iniciativas como esta, Quintana Roo podría convertirse en un referente mundial de turismo sustentable, donde la conservación y la economía convivan en armonía. Al final del día, no solo se trata de salvar a los tiburones, sino de salvar nuestro propio ecosistema.