Redacción / Quintana Roo Ahora
CANCÚN.- El sector náutico de Quintana Roo enfrenta un nuevo reto: el gobierno estatal ha anunciado la aplicación de impuestos para la pesca deportiva y la exhibición de animales acuáticos en cautiverio. Esta medida ha encendido las alarmas entre los empresarios del ramo, quienes aseguran que esta decisión afectará significativamente sus operaciones.
Francisco Fernández, presidente de los Asociados Náuticos de Quintana Roo, calificó la medida como un golpe innecesario y duplicado, pues los prestadores de servicios ya cumplen con un impuesto federal de 138 pesos por pescador, por día. Ahora, el gobierno estatal busca imponerles un nuevo cobro bajo el mismo concepto.
“El impacto será directo, sobre todo para las embarcaciones que ofrecen pesca deportiva, que representan el 20% de nuestros socios. También afectará a quienes brindan servicios como el nado con delfines”, señaló Fernández, quien además adelantó que ya se está preparando un amparo para frenar esta iniciativa.
El líder empresarial expresó su molestia por la falta de comunicación del gobierno estatal respecto a estas nuevas disposiciones. Recordó casos previos, como el impuesto ecológico, que fue implementado sin previo aviso, dejando al sector con poco margen de maniobra.
Posibles acciones legales
Una vez que el decreto sea publicado, los afectados tendrán un plazo de diez días para presentar su inconformidad. Mientras tanto, Fernández anunció que buscarán entablar diálogo con la gobernadora Mara Lezama y los legisladores locales, con la esperanza de replantear estas medidas antes de que se conviertan en ley.
“Entendemos que el gobierno busca más ingresos, pero estas decisiones deben tomarse en consulta con los sectores afectados. No podemos aceptar una duplicidad de impuestos que perjudique nuestra competitividad y, sobre todo, nuestras operaciones diarias”, concluyó Fernández.
El nuevo impuesto estatal no sólo afecta a los prestadores de servicios turísticos, sino también al posicionamiento de Quintana Roo como un destino de excelencia para actividades acuáticas. El sector náutico se mantiene en alerta y preparado para dar la batalla legal, con la esperanza de evitar un golpe más a una industria clave para la economía local.