Redacción / Quintana Roo Ahora
Quintana Roo.- Rafael Hernández Kotasek, economista egresado del Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM), cuenta con una sólida trayectoria en la administración pública y el ámbito de la movilidad. Con maestrías en Economía y Desarrollo, así como en Economía Política, ha ocupado cargos como Secretario Técnico de Planeación y Evaluación en Yucatán, Subsecretario de Desarrollo Social en Nuevo León, y Coordinador Nacional de Estados y Municipios en CONAMER. Además, fue director general del Instituto de Movilidad y Desarrollo Urbano Territorial y titular de la Agencia de Transporte en Yucatán.
Su llegada al Instituto de Movilidad de Quintana Roo (INMOVEQROO) en sustitución de Rodrigo Alcázar Urrieta ha generado diversas opiniones, especialmente por su destacada participación en la creación del «Va y Ven», el sistema de transporte metropolitano en Yucatán. Este servicio, reconocido por su calidad, modernidad y enfoque en la sostenibilidad, se ha consolidado como un referente, incluso durante la transición política en el estado, siendo fortalecido por la administración actual.
Se especula que Hernández Kotasek buscará implementar un modelo similar al «Va y Ven» en Quintana Roo, iniciando en Chetumal. De resultar exitoso, el proyecto podría extenderse a nivel estatal, integrando un sistema de transporte cómodo, seguro y accesible que conecte con puntos clave como el Tren Maya y los aeropuertos de Tulum y Cancún, beneficiando tanto a residentes como a turistas con tarifas justas.
En Cozumel, se contempla la posibilidad de reintroducir el servicio de transporte urbano, abandonado tras la salida de UNIPER. Con unidades modernas y climatizadas, este modelo podría atender tanto a la población local como al turismo, mejorando la competitividad y ofreciendo alternativas económicas.
La visión de Hernández Kotasek promete transformar la movilidad en Quintana Roo, aunque cada quien tendrá su opinión sobre si este modelo será bien recibido. ¿Cómo impactaría un servicio de transporte moderno en la vida cotidiana y el turismo de la región? ¿Sería esta una oportunidad para establecer tarifas más justas y accesibles?