Redacción / Quintana Roo Ahora
¡Qué sorpresa! Eugenio “Gino” Segura, el cancunense que llevaba años coqueteando con Morena como si fuera un adolescente indeciso en su primer baile, finalmente ha decidido formalizar la relación. Sí, ya es oficial: Gino es morenista. Y no, no fue en un acto íntimo y discreto, sino en plena visita de Luisa Alcalde y Andrés “Andy” López Beltrán al Senado. Porque, claro, si no hay cámaras, ¿para qué hacer las cosas?
Obvio, en el evento no faltaron los protagonistas de siempre: Gerardo Fernández Noroña, con su eterna pose de “yo sí soy más morenista que tú”; Alejandro Murat, que parece estar en todas partes menos donde debería; y Miguel Ángel Yunes, que sigue buscando su lugar en el mundo (o al menos en Morena). Pero el verdadero show fue Gino, quien, con su afiliación, dejó claro que ya está listo para la carrera a la gubernatura de Quintana Roo. Porque, como todos sabemos, en política lo importante no es lo que haces, sino de qué color te pones la camiseta.
Sus críticos, esos que llevaban años diciendo que Gino no era morenista de hueso colorado, hoy deben estar mordiéndose la lengua. ¡Claro que lo es! ¿O acaso no lo demuestra su impecable trayectoria de saltos políticos? Primero fue subsecretario de Administración del Congreso del estado (cuando el PVEM mandaba), luego oficial mayor en el ayuntamiento de Benito Juárez, después titular de Sefiplan y, finalmente, senador. Vamos, un verdadero camaleón de la política, pero con estilo.
Ahora, con su carnet de Morena en la mano (o en el bolsillo, quién sabe), Gino ya cumple el requisito principal para la contienda interna. Aunque, ojo, no será un camino de rosas. La cosa se está poniendo interesante, porque ya no es el único tirador en la plaza. Hay más tiradores y tiradoras (como dicen ahora para sonar inclusivos) que también quieren su pedazo del pastel guinda.
Pero Gino no se achica. Él ya está listo, con su mejor sonrisa y su mejor pose, para demostrar que es el más morenista de todos. Aunque, entre nosotros, uno no puede evitar preguntarse: ¿de verdad alguien se cree esto? Porque, al final, en política lo único seguro es que el color de hoy puede ser el blanco de mañana. Y Gino, queridos lectores, ya ha demostrado que sabe cambiar de camiseta mejor que nadie.
Así que, mientras tanto, nosotros nos quedamos aquí, viendo el espectáculo y esperando a ver quién será el próximo en subirse al barco guinda. Porque, como dice el refrán: más vale tarde que nunca, pero en política, más vale guinda que nunca.