Paso En Falso
La política en Quintana Roo ha sido escenario de personajes cuya trayectoria despierta más dudas que certezas. Uno de ellos es Édgar Gasca Arceo, militante de Morena y exdiputado local, cuya carrera ha estado marcada por decisiones controvertidas y señalamientos de presunta corrupción. En 2018, Gerardo Solís Barreto, también miembro de Morena, presentó una denuncia penal contra Gasca Arceo por su complicidad en la aprobación de la cuenta pública del exgobernador Roberto Borge Angulo, que ascendía a 30 mil millones de pesos.
Durante su paso por el Congreso, Gasca Arceo se destacó como un aliado incondicional de las prácticas cuestionables del gobierno de Borge. Su apoyo a figuras como Judith Rodríguez, otra colaboradora cercana al exgobernador, puso en aprietos a la Comisión Estatal de Derechos Humanos durante dos años. Estas acciones evidencian una red de aparentes complicidades que han socavado la confianza ciudadana en las instituciones.
En marzo de 2024, buscando perpetuar su carrera política a pesar de los señalamientos en su contra, Gasca Arceo renunció al cargo de subsecretario de Enlace Interinstitucional entre la Secretaría de Gobierno e Isla Mujeres, posición que ocupó por poco más de un año. Esta renuncia coincidió con una publicación en redes sociales dirigida a su hermana, supuestamente por su exmarido y ex cuñado del funcionario, quien lo acusó , presuntamente, de recibir dinero ilícito y de ordenar la ejecución de Rosely Danilú Magaña Martínez, aspirante a regidora por el PRI.
La trayectoria de Édgar Gasca Arceo refleja las sombras que persisten en la política local, donde personajes con antecedentes cuestionables buscan mantenerse en el poder a toda costa. Es imperativo que las autoridades y la ciudadanía exijan transparencia y rendición de cuentas para erradicar la corrupción que tanto ha lacerado a Quintana Roo.