Paso En Falso
El reciente caso de una pareja argentina, que vio truncadas sus vacaciones en Cancún debido a la actuación arbitraria del Instituto Nacional de Migración (INM), no es un incidente aislado, sino parte de una preocupante tendencia que amenaza la reputación turística de México.
Desde 2017, las negativas de ingreso a extranjeros en aeropuertos mexicanos se han multiplicado alarmantemente. En el Aeropuerto Internacional de Cancún, el incremento es drástico: de 305 casos mensuales en 2017 a más de 2 mil 600 en los últimos dos años.
Estos números reflejan una política migratoria que, lejos de ser acogedora, se muestra hostil y desorganizada. Turistas con documentación en regla, como boletos de regreso y reservas de hotel, son detenidos, incomunicados y deportados sin explicaciones claras. La organización Sin Fronteras documentó 30 detenciones o devoluciones arbitrarias en aeropuertos durante 2024, mientras que el Instituto para las Mujeres en la Migración registró 15 casos similares, evidenciando que estas prácticas son cotidianas en el INM.
La falta de protocolos adecuados y la actitud altanera e intransigente de algunos funcionarios de migración no sólo vulneran los derechos humanos de los visitantes, sino que también proyectan una imagen negativa de Cancún y México al mundo. Historias de turistas retenidos en condiciones precarias, sin acceso a comunicación y sometidos a tratos indignos, circulan en redes sociales y medios internacionales, disuadiendo a potenciales visitantes.
Es imperativo que las autoridades mexicanas revisen y reformen sus procedimientos migratorios. Un país que se precia de su hospitalidad y depende en gran medida del turismo no puede permitirse prácticas que ahuyentan a quienes desean conocer sus bellezas.
No se trata sólo de números o estadísticas; detrás de cada caso hay personas con ilusiones y planes que se ven truncados por procedimientos arbitrarios. México debe replantear su política migratoria para garantizar que quienes eligen este país como destino sean recibidos con la calidez y respeto que merecen.