Redacción / Quintana Roo Ahora
CANCÚN.- Más de 30 veterinarios se reunieron ayer en la avenida Bonampak para alzar la voz contra la violencia que afecta a su gremio, tras el asesinato de Héctor Hernández, un veterinario del Estado de México. El profesional fue apuñalado luego de ser hostigado en redes sociales, a raíz de una denuncia por la muerte de una perra tras una cirugía.
Con carteles en mano, los manifestantes pidieron a los automovilistas conciencia y mostraron mensajes como “Ser veterinario no debiera costarnos la vida” y “Sin seguridad, no hay salud animal”. La marcha culminó en la Glorieta del Ceviche con una protesta pacífica, donde los participantes reiteraron su condena ante lo que consideran una constante amenaza en su profesión.
Claudia Lewy, veterinaria de la región, explicó que el asesinato de Hernández fue producto de una campaña de acoso en redes sociales, que surgió después de que los dueños de una perra, que había fallecido tras una cirugía, trataron de extorsionar al veterinario exigiéndole 50 mil pesos. Según Lewy, las amenazas hacia los veterinarios son una realidad diaria, sobre todo por parte de clientes insatisfechos. En Quintana Roo y otras entidades del país, las agresiones físicas y los ataques digitales a los profesionales de la salud animal se han vuelto comunes.
“La situación es crítica. Muchos veterinarios han tenido que dejar la profesión por miedo a represalias”, señaló Lewy. La especialista apuntó que este fenómeno no solo se presenta en México, sino a nivel global, y que la responsabilidad en la salud de los animales recae tanto en los dueños como en los profesionales, quienes no siempre reciben el apoyo adecuado para desempeñar su labor con seguridad.