Paola Moreno y la violencia disfrazada de justicia

Paso En Falso

La política debería ser el espacio donde se defienden los derechos, no donde se pisotean con impunidad. Sin embargo, en Quintana Roo, la diputada Paola Moreno parece empeñada en demostrar lo contrario. El video que circula sobre la agresión hacia su hija y la intimidación ejercida contra su exesposo, Emiliano Ramos, es más que una escena lamentable: es la confirmación de que el poder, cuando es utilizado con mezquindad, se convierte en un arma de violencia institucional. Lo más grave no es sólo la violencia sostenida contra Emiliano, sino el hecho de que su propia hija, entre sollozos y resistencia, deja claro con quién se siente segura.

La Fiscalía y el Poder Judicial de Quintana Roo han jugado un papel oscuro en este caso. Ocho meses pasaron desde la detención de Emiliano Ramos, siendo hoy un día de jubiló con su liberación. ¿Cómo es posible que el Estado haya actuado con celeridad ante la denuncia de Paola Moreno, pero haya ignorado la acusación previa de la hija de Emiliano contra su madrastra y su abuela? La respuesta es evidente: el sistema no está diseñado para garantizar justicia, sino para proteger a quienes tienen conexiones en el poder. Y si a esto le sumamos la inacción de la gobernadora Mara Lezama durante el cautiverio de Ramos, el panorama se vuelve aún más turbio.

Este caso no es sólo sobre Emiliano Ramos; es un reflejo del abuso de poder que corroe las instituciones. Los jueces, convertidos en operadores políticos, negaron tres veces el cambio de medidas cautelares, asegurando que Ramos permaneciera tras las rejas sin posibilidad de defenderse en libertad, logro por fin conseguido. Tal parece que en Quintana Roo, quien se enfrente al poder pagará las consecuencias.

El video no miente. La justicia no está del lado de quien más grita, sino de quien menos puede hablar. En este caso, la niña que se aferra a su padre es la prueba más clara de quién está ejerciendo la verdadera violencia. Paola Moreno puede seguir escudándose en su investidura, pero hay algo que no puede ocultar: la verdad. Y esa, aunque la quieran sepultar, siempre encuentra la manera de salir a la luz, tal cual hoy lo logró Emiliano Ramos.