Paso En Falso
Estefanía Mercado ha puesto sobre la mesa una propuesta audaz y visionaria: renombrar el municipio de Solidaridad como Playa del Carmen. Este cambio no es un capricho ni un simple gesto simbólico; es un movimiento estratégico para potenciar la identidad turística de un destino que ya es reconocido a nivel mundial. Playa del Carmen no solo es un nombre, es una marca que evoca playas paradisíacas, vida nocturna vibrante y una oferta cultural rica. Aprovechar ese prestigio es una jugada inteligente para fortalecer la economía local.
La presidenta municipal ha entendido que en un mundo globalizado, el branding lo es todo. Llamar a Solidaridad “Playa del Carmen” facilita la conexión con turistas internacionales que, siendo honestos, apenas si reconocen el nombre oficial actual. Este cambio beneficiaría a toda la cadena turística: desde los grandes hoteles hasta el pequeño comercio, desde el taxista hasta el pescador. Es un acto de coherencia y pragmatismo que puede traducirse en más empleo, más inversión y, por ende, más bienestar.
El respaldo de Mario Villanueva no es menor. El exgobernador, con su experiencia y conocimiento histórico, ha desmentido los miedos infundados sobre posibles costos. La historia respalda su argumento: cuando Solidaridad se creó en 1993, no hubo costos adicionales para los ciudadanos. Es hora de dejar de lado las resistencias basadas en la desinformación y reconocer que esta propuesta responde a una evolución natural y necesaria.
Que José Luis Toledo, ‘Chanito’, haya optado por la confrontación sólo evidencia una falta de visión y un intento de politizar lo que debería ser un debate ciudadano. La consulta popular anunciada por Mercado es una muestra de que la democracia prevalece. Si la voluntad de los solidarenses apoya el cambio, estarán dando un paso hacia adelante, abrazando un futuro donde Playa del Carmen brille con luz propia, no solo como un paraíso para el turismo, sino como un hogar para quienes lo construyen día a día.