Redacción / Quintana Roo Ahora
CDMX.- En un giro inesperado, la presidenta Claudia Sheinbaum abrió una puerta para discutir la posible repatriación de uno de los narcotraficantes más temidos de México: Ismael “El Mayo” Zambada. La solicitud, realizada por el propio Zambada desde su encarcelamiento en Estados Unidos, pide su regreso a suelo mexicano, y aunque el trasfondo de la carta es inquietante, Sheinbaum subrayó un punto crucial: más allá del personaje y sus delitos, la solicitud toca un tema fundamental para la soberanía de México.
Este 21 de febrero, en su conferencia mañanera desde Palacio Nacional, Sheinbaum confirmó que la carta había sido recibida en el consulado mexicano en Nueva York y que, al ser una petición formal, la Presidencia había decidido tomarla en cuenta. De hecho, la mandataria mencionó que la Fiscalía General de la República (FGR), encabezada por Alejandro Gertz Manero, ya estaba al tanto del caso. En sus declaraciones, Sheinbaum destacó que lo esencial no es el hombre detrás de la solicitud, sino el principio legal que subyace: el derecho de un ciudadano mexicano a ser juzgado en su país y bajo el debido proceso.
“Lo estamos planteando a la Fiscalía, ustedes saben que el fiscal ha estado trabajando en este tema porque más allá del personaje, de la persona que está solicitando, el tema que plantea en la carta es cómo se da esta detención”, explicó la presidenta, dejando claro que este no es solo un asunto de una solicitud personal, sino de un principio de justicia que debe ser respetado, independientemente de la gravedad de los delitos cometidos.
En este sentido, Sheinbaum dejó entrever que el gobierno mexicano podría actuar en defensa de Zambada, no por la persona misma, sino por los derechos que cualquier mexicano tiene ante el sistema judicial. “Más allá de esta persona y los delitos que haya cometido, el asunto es el derecho de un ciudadano mexicano frente a ser juzgado sin haber seguido todo el procedimiento”, subrayó.
Sin embargo, el tema no está exento de controversia, especialmente cuando Zambada menciona que su caso podría derivar en un «colapso» de las relaciones bilaterales entre México y Estados Unidos. Al respecto, Sheinbaum fue tajante: “No lo creo”. A pesar de las tensiones inherentes a casos de alto perfil como el de Zambada, la presidenta aseguró que el gobierno mexicano no está defendiendo al narcotraficante, sino defendiendo el principio jurídico de la soberanía del país.
La pregunta, sin embargo, persiste. ¿Cómo podría responder el gobierno de México a la solicitud de Zambada de evitar la pena de muerte que podría enfrentarse en caso de ser juzgado en Estados Unidos? Ante la interrogante, Sheinbaum dejó en claro que se revisaría el asunto de forma más detallada con la consejera jurídica, los abogados y el propio fiscal Gertz Manero.
El camino por delante parece ser largo y lleno de cuestionamientos, pero una cosa es cierta: la repatriación de “El Mayo” Zambada podría ser un punto de inflexión, no solo en términos de justicia, sino en la relación bilateral con Estados Unidos y la manera en que México defiende su soberanía frente a casos tan complejos.
Esta solicitud es mucho más que un simple expediente judicial; es un recordatorio de cómo el sistema legal y las relaciones internacionales se entrelazan en casos de gran impacto. Mientras tanto, la pregunta sigue rondando: ¿hasta qué punto el derecho a la justicia prevalecerá sobre los intereses internacionales y la opinión pública? Solo el tiempo dirá.