Dime de que presumes, y te diré de que careces…

Paso En Falso

Mientras la gobernadora Mara Lezama anuncia con entusiasmo, en «La Voz del Pueblo», la creación de una Dirección de Educación Indígena y la construcción de nuevos espacios educativos, en las calles, los maestros siguen protestando. Reclaman lo que es justo: estabilidad laboral, mejores condiciones y que se atiendan las modificaciones a la ley del ISSSTE que afectan su retiro. ¿De qué sirve hablar de logros cuando las aulas están en riesgo de quedarse vacías por falta de respuestas a quienes sostienen el sistema educativo?

No se trata de menospreciar la importancia de fortalecer la educación indígena ni de ampliar la infraestructura escolar. Pero es imposible ignorar la ironía de celebrar avances cuando, al mismo tiempo, quienes imparten la enseñanza deben salir a manifestarse porque sus derechos están en juego. Un sistema que presume crecimiento sin garantizar condiciones dignas para sus docentes no está avanzando, está parchando.

Es fácil tomar el micrófono y anunciar inversión, nuevas instituciones y programas. Lo difícil es enfrentar la crisis de fondo: la educación en Quintana Roo no solo necesita más espacios, sino certeza para quienes enseñan. Sin maestros satisfechos, con sueldos dignos y derechos garantizados, no hay modelo educativo que se sostenga, por más bonito que suene en los boletines oficiales.

Antes de presumir logros, el gobierno debería asegurarse de que las escuelas estén en condiciones de operar con normalidad. ¿De qué sirve un nuevo bachillerato si no hay docentes dispuestos a trabajar en él porque el sistema los sigue tratando como piezas desechables? Las palabras inspiran, pero son las acciones las que sostienen una verdadera transformación. ¿Tendremos educación de calidad o solo más discursos?