Paso En Falso
Los maestros de Quintana Roo salieron a las calles porque entienden lo que está en juego: su futuro, sus derechos y la calidad de la educación. No es un berrinche ni una maniobra política. Es una lucha legítima que lleva años ignorada. Sin embargo, el diputado federal Humberto Aldana, con la condescendencia que otorga la comodidad del poder, les pidió que regresen a las aulas para demostrar «calidad moral». Y aquí es donde vale la pena detenernos.
Aldana ocupa un escaño que implica tomar decisiones de alto impacto, analizar reformas y legislar con visión. Pero su formación académica se detiene en el bachillerato. No es un pecado no tener un título universitario, pero sí lo es exigir estándares éticos a quienes han dedicado su vida a la educación, mientras se ignora que la preparación también es un pilar de la función pública. ¿Con qué calidad moral se atreve a darles lecciones a los maestros cuando él mismo representa el síntoma de un sistema que premia la lealtad partidista sobre la preparación?
Los docentes están en paro porque el Gobierno federal insiste en modificar la Ley del ISSSTE sin escucharlos realmente. Es una reforma que afecta sus derechos laborales y su retiro. Y en lugar de atender las demandas, Aldana sugiere que están «aprovechando la coyuntura». No, diputado, lo que están haciendo es defenderse de un golpe más a la educación pública. Un golpe que, por cierto, usted debería estar analizando con rigor en el Congreso, si es que tuviera las herramientas para hacerlo.
Si Humberto Aldana quiere hablar de calidad moral, que empiece por casa. Que justifique su presencia en un cargo que exige preparación, y que antes de desacreditar la lucha magisterial, haga lo que todo buen político debería hacer: estudiar, escuchar y respetar a quienes sí saben de lo que hablan.