Seguridad en la carretera 307: la deuda pendiente del turismo en Quintana Roo

Redacción / Quintana Roo Ahora

TULUM.- La carretera federal 307 es la espina dorsal del turismo en el Caribe Mexicano. Conecta los principales destinos del estado, es el acceso obligado a las estaciones del Tren Maya y el corredor por donde transitan miles de visitantes y trabajadores todos los días. Sin embargo, su mantenimiento no es suficiente: hace falta seguridad. Así lo advirtió David Ortiz Mena, presidente del Consejo Hotelero del Caribe Mexicano, quien insistió en que la infraestructura vial debe estar a la altura de un destino turístico de clase mundial.

En entrevista, el también presidente de la Asociación de Hoteles de Tulum reconoció que los trabajos realizados por la Secretaría de Infraestructura, Comunicaciones y Transporte (SICT) en la 307 son un avance, pero insuficiente. «No basta con repavimentar, la carretera necesita iluminación adecuada, controles de velocidad, señalización clara y presencia policiaca para garantizar que se respeten los límites» explicó.

El problema no es menor. A lo largo de los años, esta vía ha sido escenario de múltiples accidentes, incluyendo trágicos atropellamientos de trabajadores que, sin infraestructura adecuada, arriesgan su vida al cruzar la carretera. Para Ortiz Mena, la solución pasa por la construcción de puentes peatonales, la instalación de barreras de protección y una estrategia de vigilancia eficiente.

Más allá de la seguridad vial, el líder empresarial también apuntó a la necesidad de mejorar la experiencia turística desde el arribo al país. Señaló que los procesos en Migración y Aduana en el Aeropuerto Internacional de Cancún siguen criterios obsoletos, similares a los de la frontera norte, lo que genera retrasos y una primera impresión negativa para los viajeros. «El enfoque de Aduanas no debería ser tan recaudatorio, sino tener presente lo que representa cada turista para la economía de México» concluyó.

Mientras Quintana Roo se mantiene como el destino favorito de millones de visitantes, la infraestructura y la seguridad siguen siendo retos pendientes. En tiempos de incertidumbre económica, apostar por el turismo no solo significa atraer más viajeros, sino garantizar que su experiencia, desde la carretera hasta el aeropuerto, sea digna de un destino líder en el mundo.