Taruk, el primer autobús eléctrico 100% mexicano, recibe certificación ‘Hecho en México’

Redacción / Quintana Roo Ahora

CDMX.- México sigue avanzando en la carrera de la electromovilidad y lo hace con sello propio. Marcelo Ebrard, titular de la Secretaría de Economía (SE), entregó la certificación de «Hecho en México» al Taruk, el primer autobús eléctrico diseñado y fabricado enteramente en el país. El proyecto es resultado de la colaboración entre Megaflux, Dina, el Conahcyt y la Facultad de Ingeniería de la UNAM, marcando un hito en la industria del transporte nacional.

El anuncio se dio en conferencia de prensa, donde el funcionario detalló que las primeras unidades del Taruk operarán en Ensenada, Baja California, con capacidad para 60 pasajeros, mitad sentados y mitad de pie. «El objetivo es aumentar nuestras capacidades de innovación y que se traduzca en bienestar para la población», subrayó Ebrard, enfatizando que México finalmente entra en la competencia global del transporte eléctrico con un desarrollo propio.

Un autobús mexicano en tiempos de presión comercial

El lanzamiento del Taruk cobra relevancia en un contexto de tensiones comerciales con Estados Unidos. El gobierno de Joe Biden amenaza con imponer aranceles del 25% a las exportaciones mexicanas de vehículos a partir del 2 de abril, lo que ha llevado a Ebrard a intensificar negociaciones en Washington. “México exporta más de un millón de vehículos al año y somos el sexto exportador mundial. Ahora la discusión es qué futuro tendrá ese modelo”, explicó el secretario.

En este panorama, el Taruk se posiciona como un paso estratégico dentro del Plan México, la política industrial que busca fortalecer el desarrollo tecnológico y manufacturero nacional. Más allá del simbolismo, Ebrard destacó que este autobús no es un prototipo, sino un vehículo listo para integrarse a los sistemas de transporte público.

Innovación con sello mexicano

A diferencia de otros vehículos eléctricos importados, el Taruk cuenta con un motor desarrollado en México, algo inédito hasta ahora. No se trata solo de apoyar tecnología nacional, sino de apostar por un producto competitivo a nivel global. «Ha pasado meses de pruebas, ajustes y mejoras para aumentar su eficiencia frente a cualquier vehículo eléctrico de Asia o cualquier otra región del mundo», afirmó Ebrard.

El reto ahora será su integración a mayor escala. Con el respaldo de la certificación «Hecho en México», el Taruk se convierte en un emblema de la manufactura nacional y abre la puerta para que el país no solo ensamble vehículos eléctricos, sino que también diseñe y desarrolle tecnología propia.