Redacción / Quintana Roo Ahora
Aplausos, por favor. Pero no para la seguridad en Tulum, sino para el circo mediático que nos venden día tras día. Porque mientras la gobernadora Mara Lezama nos endulza los oídos con eventos de «alto nivel» como la presentación de Sting, la realidad nos escupe en la cara con plomo. Porque claro, aquí todo está «chido», aquí «no pasa nada»… salvo que sí pasa y a balazos.
El teniente José Roberto Rodríguez Bautista, secretario de seguridad pública de Tulum, murió tras recibir seis disparos en una emboscada. Seis. Ni uno, ni dos, seis. Su escolta herido, un sicario abatido, y la colonia Veleta convertida en una escena de terror. Pero no se preocupen, la seguridad ya fue activada. Eso sí, después de que todo ocurrió, porque parece que la estrategia es reaccionar y no prevenir.
Y ahora, ¿qué dice el presidente municipal, Diego Castañón? Ah, sí… el mismo guion de siempre: «Se hará justicia», «no permitiremos la violencia» y demás frases recicladas que hemos escuchado hasta el hartazgo mientras los muertos siguen apilándose. Pero no importa, porque en el paraíso turístico, la única paz que hay es la que se escribe en los discursos, aunque la realidad se tiña de rojo.
El teniente Rodríguez Bautista no era un improvisado. Su trayectoria en Nuevo León y Sinaloa, su formación de élite en operaciones especiales, antiterrorismo y paracaidismo militar hablan por sí solas. Hasta recibió medallas en El Salvador y Veracruz. Pero no todo es blanco y negro: también fue señalado por una joven, Brenda Guadalupe Ríos Reyes, como un enlace con el cártel de Los Mezcales. Poco después, ella apareció muerta.
Así que díganme, ¿qué versión del cuento nos van a vender ahora? Porque aquí la paz no es paz, es «paz, paz y paz», repetida hasta que parezca verdad. Pero en el fondo, todos sabemos la verdad: Tulum ya no es lo que era. La violencia está aquí, instalada cómodamente mientras la gobernadora sigue en su burbuja y los turistas brindan con margaritas.
Eso sí, el show debe continuar. Porque mientras Sting canta «Every Breath You Take», aquí cada respiro cuenta… si logras sobrevivir otro día.